Ecos de una vida inmersa en el arte
El autor de las figuras que adornan la Plaza Principal proviene de una familia de escultores; llama al Gobierno a apoyar más el arte
En el marco de la inauguración de su exposición “Pequeños Mundos” en el Museo Coahuila y Texas, en donde fusiona lo digital y lo etéreo con su labor escultórica, Alejandro Fuentes Quezada abrió su corazón para Zócalo Monclova y compartió su contacto directo con el arte a través de la carrera de su padre, el también escultor Alejandro Fuentes Gil, con quien estuvo a cargo de las estatuas de bronce que fueron colocadas en la Plaza Principal de Monclova para conmemorar el aniversario 332 de la ciudad, y la forma en que este ha influído en su desarrollo profesional al grado de que su inspiración lo ha llevado a exponer en la Embajada de México en París.
“Para mi ha sido muy natural porque yo lo que aprendí lo ví en mi casa, para mí el andar en exposiciones, el viajar transportando obra, los procesos creativos en el taller, todo ha sido parte de mi contexto y mi alrededor: yo de niño veía a mis papás disecar pieles de elefantes, tigres, leones, colmillos, garras de los animales que llevaban al taller de mi abuelo directo de los safaris para hacer la taxidermia y mi papá lo que hacía desde niño era replicar con plastilina lo que veía en el taller de mi abuelo”, narró Alejandro.
“Así los clientes se daban cuenta de la habilidad que tenía mi papá, pero él estudió Ingeniería Industrial y estaba ya insertado en la industria farmacéutica de Saltillo hasta que un día un empresario fallece en Saltillo y otro se acuerda que mi papá hacia estas figuras muy bonitas y se le ocurre regalarle a la familia de su amigo fallecido un retrato, consigue una foto de su amigo, llega con mi papá y le dice: ‘quiero que me hagas este trabajo’”, recordó.
Indicó que su padre, Alejandro Fuentes Gil, empezó a modelarlo y cuando lo llevaron a la familia a presentarlo la mamá del fallecido, su esposa y los hijos empezaron a llorar y se emocionaron mucho, “desde entonces se creó una dinámica en torno a esta habilidad y mi papá descubrió que le podía ganar más dinero del que ganaba en su giro”.
“Para él fue algo muy sencillo porque tenía esta habilidad guardada y estas relaciones que se habían forjado en torno a él de empresarios de alto poder económico que tenían este gusto por el arte pero no sabían dónde comprarlo o con quién comprarlo, y de repente saben quién lo hace y ahí empiezan a consumirlo, lo invitaron a dar un salto de fe a su arte”, abonó.
De ahí el mercado de Alejandro Fuentes Gil se extendió a la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey; luego en Estados Unidos, expuso en Beverly Hills, en California y durante una exposición en el Museo del Carmen en Ciudad de México el embajador de Italia lo contacta y le pregunta que sino le gustaría estudiar escultura en Italia, pues él era autodidacta.
“El embajador sorprendido, viniendo de la cuna del arte renacentista, reconoce la habilidad de mi padre con mucho potencial y lo invita a Florencia a estudiar escultura, a lo que mi padre le respondió: Sí, pero ¿y mi familia? Y nos becó a todos y nos fuimos a Italia a estudiar cada uno su gusto”, comentó.
“Mi papá estudió escultura, una hermana fotografía, otro pintura y yo gráfica editorial, entonces cada uno se desarrolló en su propio ámbito en Florencia y de ahí yo seguí mis estudios de diseño gráfico y me inserté en la industria editorial en El Norte”, relató.
Alejandro Fuentes Quezada fundó el periódico Palabra en Saltillo como parte de su paso por Grupo Reforma, tras lo cual se desempeñó como consultor gráfico y rediseñó diversos periódicos en Centroamérica y México, como Periódico Zócalo de Saltillo.
Después de eso partió a Canadá a estudiar animación y efectos visuales, pues su sueño era trabajar en películas y series, “siempre me ha gustado mucho el cine, en particular los efectos visuales”, aseveró.
Sin embargo, ya no persigue este sueño por que asegura ya haberse desfasado generacionalmente, pues para él sería empezar desde cero cuando tiene amigos que ya han trabajado en producciones de gran perfil como Harry Potter, el Universo Cinematográfico de Marvel y Superman.
“Regreso a Saltillo a visitar a mis papás y mi papá me invita a trabajar en el taller en un proyecto que tenía, me dice: ayúdame porque tengo esto y estoy atorado y desde entonces me quedé”, especificó.
“Yo ya había terminado mis estudios y había metido mi currículum para entrar a un estudio a trabajar y me quedé acá, era un contrato muy grande, unas esculturas monumentales, me convino más económicamente quedarme acá y la fortuna de tener estos proyectos escultóricos nos permitieron navegar en un mundo muy complejo de arte”, argumentó.
Esculturas en Monclova
Respecto a las cuatro esculturas que serán develadas oficialmente por el alcalde Alfredo Paredes en el marco de los festejos por el aniversario 332 de Monclova, Alejandro Fuentes Quezada narró que fue a través de Bárbara Izaguirre, regidora de cultura y quien fue su compañera de carrera, que se pudo coordinar y concretar este magno proyecto.
Narró que fue a través de un amigo en común que Alejandro y Bárbara retomaron el contacto debido que la regidora comenzó a sondear un artista para el proyecto de las esculturas de bronce que serán presentadas oficialmente el próximo 11 de agosto.
Indicó que este amigo en común le indicó que había una persona interesada en mandar a realizar esculturas de bronce para Monclova pero bajo un concepto muy interesante, pues Bárbara no buscaba un monumento que la gente vea desde lejos si no que fuera una pieza que la gente se vea reflejada en ella, lo cual le pareció una idea muy buena y empezaron el proyecto.
“Nos llevó bastante tiempo porque se atravesó la pandemia, por lo que el tema logístico estuvo complejo para hacer los modelos y las sesiones de fotografía con los personajes que utilizamos para hacer las piezas, por lo que nos tomó casi el doble de tiempo de que normalmente nos hubiera costado hacerlas pero al final el resultado nos ha encantado a todos hasta el momento”, aseguró.
“Terminamos el proyecto y estuvo guardado pues estaba el tema del confinamiento: no se podía convocar a la gente a que las vieran por lo que se esperó a un momento más idóneo para inaugurarlas”, ilustró.
“Con la primera que iniciamos fue con la del trabajador de AHMSA, no había un encargo preciso de hacerla pero nosotros desde fuera sentíamos que era algo muy distintivo, queríamos representar a un hombre fuerte, no mayor pero no joven, con el rostro algo curtido por el calor y por los hornos pero que se le viera vitalidad, que estuviera bien plantado y eso tratamos de representar”, comentó.
“Después se moldeó la niña, con esa pieza tengo una conexión muy personal porque es mi hija, debido a que no pudimos venir y tomar fotos a personajes de Monclova por el confinamiento para la segunda pieza decidimos usarla a ella como modelo”, explicó.
“Después siguió la señora que está leyendo, también ahí quisimos representar a una mujer no demasiado joven ni demasiado madura, que se vea vital, sentada en una posición pasiva se ve que es una mujer que todos quisiéramos tener como esposa o como madre, y el ejercicio de la lectura habla de una mujer culta”, señaló.
“Y el bolero es un personaje de todas las plazas no sólo de Monclova si no de México, ahí quisimos que fuera una persona real y se logró conseguir a un bolero auténtico de la ciudad y cuando nos aproximamos a él para que posara para nosotros se sacó de onda y nos dice: ¿no es para nada malo? Y hasta le dimos un dinero para que posara para nosotros y ahora ya está inmortalizado, podrá verse cuando pase por ahí a bolear”, finalizó.
Expone en Francia
Sobre la exposición que sostiene en la Embajada de México en París explicó que es uno de los mayores logros que ha concretado junto con su hermana, pues debido al largo tiempo de gestión y complicaciones derivadas de la pandemia que los obligaron a financiar parte del proyecto lo ha hecho sentirse aún más responsable del éxito rotundo que las piezas han tenido a través de los ecos de la muestra.
“Esa exposición se tenía planeada. Una de mis hermanos se quedó allá en Europa estudiando pintura, regresa a Saltillo a estudiar la preparatoria y luego regresa a Francia a licenciarse en artes visuales, luego estudia en la Sorbona, hace su maestría también y al terminar se inserta en la escena cultural de París en galerías muy importantes”, expuso.
“Ella ya tiene años viviendo allá y en una visita que le hacemos mi esposa y yo nos toca una exposición muy bonita en el Instituto Cultural de México en París, que es donde esta ahorita nuestra exposición, te estoy hablando de 2010, y en ese momento le digo yo: vamos a proponer una exposición ahí pues ella ya había hecho una exposición colectiva con la comunidad de la escena artística mexicana que radica en París y tenía relaciones con la administración del Instituto”, recordó.
“Estaba llena la agenda por dos años y nos agendan para el tercero pero cuando se llega la fecha cambia la administración, cambia la Dirección del instituto y empezamos el proceso de nuevo hasta que en 2019 finalmente nos dicen que sí y empezamos a buscar el apoyo de la federación, la iniciativa privada y demás, todos se emocionaron pero llega la pandemia y se detuvo todo”, explicó.
Indicó que la pieza principal de la exposición Pequeños Mundos se hizo con estímulo federal, “por ejemplo ahí falta darle seguimiento, ya se creó, ya hizo un beneficio, ya fue itinerante y que tal si ahora esa pieza busca venderse a un particular para que esté en una plaza, en un edificio y con ese dinero se financié al siguiente artista, y entonces ya se vuelve autofinanciable el programa”.
“Ese tipo de ejercicios donde halla una parte de compromiso gubernamental pero también otra parte de iniciativa privada aumentan la plusvalía del lugar donde está la obra, además que se les pueden ofrecer incentivos fiscales, es algo sencillo sólo falta voluntad”, dijo.
Con la primera que iniciamos fue con la del trabajador de AHMSA, no había un encargo preciso de hacerla pero nosotros desde fuera sentíamos que era algo muy distintivo, queríamos representar a un hombre fuerte, no mayor pero no joven, con el rostro algo curtido por el calor y por los hornos pero que se le viera vitalidad, que estuviera bien plantado y eso tratamos de representar”.
Alejandro Fuentes Quezada
Diseñador y escultor