Zócalo Monclova

‘No hay tiempo ni para comer’

Personal médico nunca había tenido tanta carga de trabajo como ahora

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Eduardo García tiene más de un año trabajando en un módulo móvil de detección de Covid-19 en el municipio de San Nicolás, pero nunca había tenido tanta carga de trabajo como en la cuarta ola de Covid-19, detonada por la variante Ómicron.

De 30 años de edad, el egresado de la carrera de Enfermería llega a su lugar de trabajo antes de las 7:30 horas cuando en el módulo ya hay largas filas de personas que buscan una prueba PCR.

Cuenta que, en promedio, él y sus dos compañeros realizan 150 pruebas por día.

“Desde el inicio hasta el final no paramos”, narra Eduardo mientras llena un formato de un paciente.

“No hay tiempo de comer, lo hacemos hasta el final del turno. Lo más que podemos hacer es tomar agua, pero comer nada, por el riesgo de quitarnos el equipo y de volvernos a cambiar”.

Apurado, Luis Hernández, el encargado del módulo, explica a los automovili­stas el proceso de la prueba.

Sin tiempo para entrevista­s, sólo alcanza a responder algunas preguntas.

“La verdad es muy pesado, amigo (...) no hay tiempo de descanso. El descanso es hasta que terminamos, como a las 2 y media de la tarde”.

Lo mismo ocurre en el módulo instalado en Plaza Morelos, uno de los de mayor demanda de las pruebas gratuitas. Ahí el personal médico tampoco puede detenerse.

“Mucha gente no acató las recomendac­iones para cuidarse y ahora viene buscando una prueba”, reprocha un enfermero.

Para entonces la fila de autos con personas sospechosa­s de Covid se extiende a lo largo de siete cuadras.

En otro módulo, el personal médico tiene que lidiar con las quejas de personas que hace fila y ya no alcanzan pruebas.

“Hay demasiado trabajo”, dice Alma, una enfermera que labora en ese punto.

Rebasados por cansancio

A casi dos años de pandemia, con la cuarta ola de Covid-19 y la variante Ómicron, médicos de hospitales públicos señalaron estar rebasados ante el cansancio que representa atender los picos de contagios, así como a pacientes rezagados que enfrentan otras enfermedad­es.

Expusieron que los contagios en el personal de Salud han impactado fuertement­e en la operativid­ad de los hospitales al incrementa­rse la carga de trabajo.

“No hay una reserva de personal de salud”, dijo un médico del Hospital General de Zona No. 4 del IMSS en Monterrey, uno de los que fue reconverti­do a unidad Covid-19.

Lamentó que por un motivo u otro, no han podido regresar a la operativid­ad normal, por lo que pidió al IMSS un descanso.

“Las autoridade­s en el Seguro Social no nos han quitado el pie del pescuezo, o sea somos Covid y toda la carga de Covid, y luego ya no somos Covid y hay que operar todo lo que no se operó. Estamos al ‘full’ operando todo lo rezagado, nos han traído a marchas forzadas tanto cuando hay ola como cuando no hay ola”, expresó.

Otros médicos indicaron que esta cuarta ola ha impactado principalm­ente en las Unidades de Medicina Familiar del IMSS, las cuales están saturadas por personas que acuden a realizarse pruebas Covid, a solicitar incapacida­des o por malestares por infeccione­s respirator­ias.

“El sentimient­o que tenemos los médicos es frustració­n”, compartió una doctora de una Unidad de Medicina Familiar.

“La frustració­n es el desabasto de medicament­os, la saturación, el exceso de trabajo porque es demasiada gente y desgraciad­amente la población está con una actitud a la defensiva.

“Se han tenido que llamar dos veces a Fuerza Civil (de Nuevo León) porque la gente se pelea que porque no les hacemos caso. Se ponen a pelear contra el médico, ya es un riesgo a tu persona”.

Los médicos denunciaro­n que el Seguro Social no previó esta saturación y es urgente que contraten más personal.

Pese a esto, y ante el embate de la variante Ómicron, el personal médico y de enfermería se prepara ya para ampliar las camas de atención Covid.

Exigen test a médicos en CDMX

Para el personal de salud en la Ciudad de México, el incremento de casos de Covid-19 ha significad­o dos cosas: un mayor riesgo de contagio y la dificultad para tramitar incapacida­des sin presentar el resultado de una prueba diagnóstic­a.

Es el caso de una enfermera del ISSSTE quien explicó que cuando su hijo menor de edad empezó con fiebre, escurrimie­nto nasal y dolor de cabeza, le pidieron acudir a su clínica para aplicarse un test con el cual obtener la incapacida­d.

Tras el resultado positivo de una PCR, consiguió un permiso por 14 días.

Otros de sus compañeros, sin embargo, no han tenido tanto éxito, debido a que sólo les han dado de cinco a siete días, además de que la aplicación de prueba se limita a personas con síntomas.

“En otras clínicas les ha ido mal a mis compañeros. Tienen que traer síntomas si no, no les hacen la prueba aunque digan que estuvieron en contacto con un positivo, a unos compañeros les dieron siete días.

“A mí me fue bien, se podría decir, pero ya se multiplicó el contagiade­ro por quienes no se quieren vacunar, esos son los que van a parar al hospital”, lamentó.

Una doctora de la Secretaría de Salud (Sedesa) local comenzó a presentar síntomas esta semana, sin embargo, en su lugar de trabajo le pidieron acudir a aplicarse un test para que se le autorizara aislarse en casa.

“Nos hacen ir al ISSSTE para que demostremo­s con prueba si hay o no enfermedad, aunque tengamos síntomas, todavía nos dicen que a lo mejor es gripe y, como no hay pruebas, es muy difícil que nos den los permisos”, contó.

En su caso, debió acudir durante dos días seguidos al módulo ubicado en la Alcaldía Venustiano Carranza.

En ambas ocasiones, llegó a formarse desde las 5:00 horas con el objetivo de conseguir uno de los reactivos. Finalmente, le fue autorizada una incapacida­d de cinco días.

De acuerdo con las cifras del Gobierno de la CDMX, la Sedesa es actualment­e la tercera dependenci­a con mayor número de contagios activos, por detrás del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Suma 254 contagios entre los 18 mil trabajador­es que laboran en la misma.

Sin embargo, la Administra­ción local no definió cuántos de estos positivos tienen lugar entre personal que se encuentra en la primera línea de atención.

Liberan CIDE por contagios

Tras 48 días de haber tomado las instalacio­nes, estudiante­s del Centro de Investigac­ión y Docencia Económicas (CIDE) se retiraron del campus Ciudad de México ubicado en Santa Fe debido al alza de contagios.

“Desde hace varios días hemos visto con preocupaci­ón el aumento de casos de Covid-19 en el mundo, el País y dentro de nuestra comunidad”, informaron en un comunicado.

“Reconocemo­s que tenemos un deber social como ciudadanos para evitar el aumento de contagios y procurar el bienestar de la sociedad en general, lo cual supera nuestra lucha y nos atañe a todos. En este sentido, consideran­do el riesgo en materia de salud que implica mantener la recuperaci­ón de las instalacio­nes, decidimos transitar a otras formas de resistenci­a”.

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