UN CORAZÓN CONFIADO
Ante las circunstancias que vivimos en el ámbito social, político y económico, además de las consecuencias en el hogar y los problemas emocionales que están orillando a las personas a tomar decisiones como el suicidio, adicciones, divorcios, entre otros, es necesario considerar la fuente de seguridad más confiable que existe: Dios y su palabra en la Biblia.
Jesús dijo: “Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.” Juan 16:33
Jesucristo no prometió una vida libre de aflicción, pero sí un corazón que no sería perturbado. Esto solo puede suceder cuando ponemos nuestra confianza en Él y en sus promesas.
“-Señor, contestó Simón Pedro-, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna”. Este fue un momento crucial en la vida de los discípulos de Jesús, cuando fueron confrontados ante su incredulidad y la decisión de seguirlo o no seguirlo.
(Juan 6:68).
Un corazón confiado triunfará sobre los problemas y las aflicciones que hay y habrá en este mundo, sobre la base de 3 convicciones:
• La seguridad de que Dios está con nosotros y a nuestro lado.
La presencia de Dios en el hombre es real y posible por el Espíritu de Dios, como consolador y guía. No hay ansiedad, nerviosismo o dudas cuando el Señor está presente en nuestra vida, sino confianza, paz y seguridad.
¿Está Dios en tu vida, y en tu corazón?
“Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16)
Jesucristo es la respuesta para todo aquel que ante su desesperanza y desilusión del mundo y la falsa seguridad que ofrece.
• a nuestro favor.
“Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?” (Romanos 8:31b)
¿Cuál es tu necesidad? Puede ser de paz y confianza, provisión material (trabajo y sustento diario), salud, sabiduría, valor para actuar y tomar decisiones, etc.
Dios responde a nuestras peticiones oportunamente y con poder, porque conoce y se compadece de nuestras debilidades.
Cuando Martín Lutero (el reformador de la iglesia cristiana), se sentía abrumado por las tribulaciones, le decía a su amigo Felipe Melanchthon: -ven, Felipe, cantemos el salmo 46-.
Su himno “Castillo fuerte” se basa en este salmo de confianza en Dios.
El Señor está
• Un corazón confiado y en paz.
La paz es el resultado de saber que podemos enfrentar las aflicciones porque tenemos a Dios con nosotros y a nuestro favor. Así podremos estar quietos, sin ansiedad ni temor, esperando a que el Señor actúe en el tiempo oportuno y con su poder para librar, rescatar, sanar, proveer y consolar a sus hijos.
Hoy podemos disfrutar de esta paz y seguridad si tomamos la decisión correcta, como el apóstol Pedro, escojamos el único camino que lleva al Padre:
“-Yo soy el camino, la verdad y la vida –contestó Jesús-. Nadie llega al Padre sino por mí.” (Juan 14:6)
Citas bíblicas: Santa Biblia Nueva Traducción Viviente (NTV)
Por: Alma Rosa Sarabia Méndez