Coahuila y sus suicidios; tarea social sin atender
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El asesino mata sólo a una persona. El suicida mata a todo el mundo”. (Martin Amis). De ninguna manera debemos menospreciar esta sentencia. Parece exagerada, pero no lo es; cada persona que toma la valiente decisión de suicidarse representa un fracaso para la sociedad. Así como se está atendiendo exitosamente la inseguridad en el Estado de Coahuila, también debe de tomarse acciones concretas para evitar que la gente tome extremas medidas sobre su existencia.
El Dr. Fernando Beyer Obezo advertía (Zócalo, febrero 28) el gran incremento de padecimientos de problemas de salud mental que padecen los monclovenses después de la pandemia. Quizás, “padecimientos mentales” es una sutil manera de prender los focos amarillos. Mucho me temo que el problema va más allá y que, lamentablemente, el extremo es llegar al suicidio cuando no se atiende a la persona oportunamente. Es un problema multifactorial, en donde intervienen demasiadas aristas, inclusive el entresijo es intrincado intencionalmente por los familiares del difunto, quienes a veces, esconden el hecho por la pena ante la sociedad. Variables como los problemas de falta de empleo, deudas económicas, violencia familiar, represiones sexuales, discriminación, acoso, adicciones, son algunas que se pueden exponer.
Me temo que Fernando Beyer se quedó corto al exponer el problema. Por ejemplo, si nos vamos al extremo de la cadena de padecimientos mentales, en el 2023, la Fiscalía General del Estado de Coahuila reportó 343 suicidios en su circunscripción, casi uno diario; lo cual es un aumento notable respecto al 2022 (303 ocurrieron). Y en la primera semana del 2024 ya había 10 suicidios en Coahuila, de los cuales 8 son de mujeres y dos de hombres. Sin embargo, no estamos seguros si para bien o para mal, hay que tomar tales cifras con cierta reserva; esos son los datos que se tiene registrados, pero sabemos que hay casos que por algún motivo no se dictaminan como suicidios.
Muchos de los monclovenses hemos aplaudido la decisión de las autoridades de la construcción de Centro de Bienestar Animal, así como la campaña permanente de esterilización de mascotas. Sabemos y de hecho lo hemos denunciado la gran cantidad de perros y gatos callejeros, no solo en Monclova sino también en sus alrededores. Bien por esa acertada decisión. Pero -sin pretender comparar- hay signos de alerta para que las autoridades, no sólo del municipio sino también las estatales, empiecen a instalar y/o reforzar los Centros de Atención Psicológica que auxilien y prevengan la toma de decisiones drásticas para la gente que atraviesa serios problemas mentales. No basta solo una oficina, que casi nadie conoce, para escuchar a la gente, sino que haya gente profesional permanente que pueda diagnosticar y tratar a las personas con problemas. No nos olvidemos que hay una gran cantidad de trabajadores de AHMSA que siguen sin poder cobrar y sin empleo. Podemos anotar más estadísticas estatales y municipales de los suicidios e intentos, pero no queremos sólo caer en las cifras duras, se trata de personas y basta con que una pierda la vida para sentirnos todos lastimados. Que bien que ya arrancó el Programa de Salud Popular; ojalá que dicho programa contemple también la atención de ayuda psicológica para la población.
No podemos dejar la tarea sólo al Gobierno; es un problema social. Mucho me temo que cada persona que se suicida representa un fracaso penoso para la sociedad. No ocultemos dicho lastre, pero tampoco lo ignoremos.
Así como se está atendiendo exitosamente la inseguridad en el estado de Coahuila, también debe de tomarse acciones concretas para evitar que la gente tome extremas medidas sobre su existencia