Encabeza obispo de Saltillo misa crismal
Sacerdotes de las vicarías de las regiones Centro y Desierto renuevan sus promesas
El obispo Hilario González García, ofició ayer la misa crismal en la Parroquia Santiago Apóstol de Monclova para las vicarías de Nuestra Señora de Guadalupe en la Región Centro y la Sagrada Familia, del Desierto.
“Estamos en la misa crismal en nuestra tradición cristiana católica, tenemos dos signos, uno; la renovación de las promesas sacerdotales de todo el presbiterio y la bendición de los santos óleos, los aceites que utilizamos en los sacramentos, uno que se llama santo crisma, que se utiliza en el Bautismo, Confirmación, ordenación sacerdotal, óleo de los enfermos y el óleo de los catecúmenos, que utilizamos en el Bautismo”, dijo.
“Es una oportunidad muy bella en esta Semana Santa donde nos reunimos los sacerdotes y el pueblo de Dios, recordemos que todos estamos consagrados a Dios por nuestro Bautismo, estamos ungidos con estos aceites santos y siempre una unción espiritual nos ayuda a reflejar en la vida misma de Cristo”, dijo.
Explicó que crisma viene del mismo Cristo, el Mesías, que significa el que está ungido por Cristo.
“Y nosotros utilizamos como recurso material el aceite”, dijo.
Hizo la invitación a todos los católicos a valorar los sacramentos, la vida de la gracia, la consagración a Dios por medio del Bautismo, la Confirmación y dijo que el ideal de la celebración de ayer es que todos vivan conforme a la vocación cristiana.
La misa crismal se llevó a cabo a las 12 del mediodía, en la parroquia de Santiago Apóstol, en la Zona Centro de la ciudad, a donde arribaron el obispo Hilario González así como sacerdotes de las dos vicarías para la ceremonia, donde participaron fieles de ambas vicarías.
Durante la misa se bendijeron los santos óleos que se utilizarán para los sacramentos de Bautismo, Confirmación, orden sacerdotal y la unción de los enfermos, así mismo, en la misa los sacerdotes de la región Centro y Desierto renovaron sus promesas sacerdotales.
El Obispo se dirigió a los presbíteros y les preguntó si quieren renovar sus promesas que hicieron el día de su ordenación, respondiendo los sacerdotes de forma afirmativa.
Tras este acto, algunos presbíteros llevaron las ánforas que contenían el óleo de los catecúmenos y enfermos, así como el óleo para el crisma que fue consagrado, los cuales se presentaron para que fueran bendecidos por el obispo Hilario González.