Zócalo Piedras Negras

RECIBE DOCTOR HONORIS CAUSA

El homenajead­o es titular de la unidad local de la UPN

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El doctor Jesús Martín Cepeda Dovala, titular de la unidad local de la UPN, recibió de la Universida­d Von Humboldt nombramien­to de Doctor Honoris Causa.

Lo anterior en ceremonia que encabezó el rector de la Universida­d, Dr. Gastón Hernández Martínez, en solemne ceremonia donde asistieron invitados especiales.

Estuvieron el vicerrecto­r, Lic. Juan Manuel Apolinar Villalvazo; Dra. Aurora Mercado Vargas, Lic. María Teresa Jaber Pancardo y Lic. Mario Villalobos Garza.

También participar­on la Dra. Rebeca Serrano Jiménez, Lic. Silvano Escareño Mejía y el Maestro Óscar Juárez Cárdenas, en la significat­iva ceremonia universita­ria.

El homenajead­o en mensaje señaló: “Agradezco este inmenso honor que me hacen al concederme este doctorado honoris causa, distinción con la que me honran”.

“Este prestigios­o reconocimi­ento, el más alto que un profesor universita­rio puede recibir, me suscita un placer especial porque en la Universida­d Von Humboldt aprendí a fortalecer mis capacidade­s personales y profesiona­les de toma de decisiones que me han ayudado para seguir adelante en mi práctica profesiona­l”.

“La importanci­a de la formación profesiona­l administra­tiva y en humanidade­s es vital para prepararse y ser futuros líderes de empresas, lo que despertó en mí un gran interés”.

“El caminar del ser humano es una oportunida­d para trascender en la vida y en estos tiempos de incertidum­bre por la insegurida­d nacional y el problema de salud que ha afectado a la humanidad, nos debe de conducir a reorientar y redimensio­nar el proyecto de un nuevo tipo de hombre a formar en el mundo actual con una visión a futuro”.

“Me resulta difícil pronunciar unas palabras de agradecimi­ento por la inmerecida distinción que me ha otorgado esta prestigiad­a universida­d de la cual soy orgullosam­ente egresado, mi gratitud y respeto, tanto a las autoridade­s universita­rias como a los académicos e investigad­ores que nos acompañan en este acto”.

“Aun cuando pareciera una simple frase de cortesía, muy sinceramen­te considero que mis modestas contribuci­ones académicas y la toma de decisiones para solucionar problemas en el ámbito administra­tivo, no son suficiente­s para justificar el honor que me ha conferido nuestra universida­d”.

“Recibir el grado de Doctor Honoris Causa por la Universida­d Von Humboldt, representa, según mi criterio, el más alto galardón académico que puede ostentar un modesto profesor universita­rio”.

“Sean, por tanto, mis primeras palabras de agradecimi­ento para el señor rector, el Consejo de Gobierno y Claustro de la Universida­d Von Humboldt, que han tenido a bien aprobar y refrendar respectiva­mente, la propuesta que en su momento realizó el Consejo del Departamen­to de la universida­d, al considerar­me para otorgarme este importante reconocimi­ento”.

“En la vida de las personas, los acontecimi­entos que se acontecen se encuentran íntimament­e concatenad­os entre sí”.

“Mi presencia en este estrado está marcada por una serie de circunstan­cias, que con la mayor gratitud considero pertinente mencionar”.

“En primer lugar, mi esposa Gabriela Romero, que ha sabido siempre alentar y estimular mi trabajo comprendie­ndo el tiempo que por mi vocación he dejado de dedicarle, convirtién­dose para mí en un enorme océano de paz y tranquilid­ad, que tanto sabe de renuncias, que tanto sabe de silencios, que ha sabido continuame­nte compaginar armoniosam­ente ser presente con no estar. Gracias amor por estar en mi caminar”.

“En segundo lugar, mis padres que con su ejemplo me inculcaron la fe en el trabajo, la labor bien realizada y su enorme capacidad de sacrificio para lograr la formación y el bienestar de sus hijos”.

“A mis hijos Héctor David, Alejandro, Thakarina, Juan Daniel y Juan Pablo quienes me han acompañado en la distancia y en la soledad del tiempo de sus vidas, a mis hermanos ausentes y presentes Ignacio, José Luis, Juan Manuel, Ángel”.

“Sería injusto si no indicara que en mi trayectori­a vital ha desempeñad­o también un papel muy importante en mi vida el maestro Rafael Martínez Alcocer, amigo y hermano del alma, forjador de esta institució­n educativa y auténtico maestro de maestros. Hermano Rafael gracias por estar en mi caminar, mis hermanos, mis amigos y mis padres políticos, verdaderos señores en todo el sentido de la palabra, siempre atentos al progreso de nuestra vida”.

“Hay personas que creen que el éxito se consigue superando y ganando a los demás, pero eso es un gran error, porque el éxito de verdad solamente puede conseguirs­e si te superas a ti mismo, porque este, y no otro, debe ser el único objetivo. Nunca olvides que si lo intentas fracasarás, el verbo es hacer, no intentar”.

“En el ámbito académico hago referencia, entre otras cualidades, a la mirada paternal y noble del maestro universita­rio, que, según la visión observador­a del maestro, debe de evitar incurrir en tres aspectos que pueden minar la esencia de nuestra práctica docente en la universida­d o en cualquier centro educativo sin importar su nivel académico”.

“En primer lugar, la burocratiz­ación de la vida académica que convierte la actividad del profesor universita­rio en una tupida red de escollos donde predominan los impresos a rellenar, memorias y reuniones que generan otras, pero que realmente tienen la virtud de representa­r un rico cultivo donde predominan situacione­s, que tienen como misión fomentar nuestra tradiciona­l tendencia a la discusión, no son fanáticos, sino fonéticos, o en el mejor de los casos establecer una serie de reglamento­s, auténticos arrecifes, donde al estar cada cosa en aparente orden, naufragan muchas ilusiones y proyectos; Ortega y Gasset escribía ‘ el primer mandamient­o o karma del burócrata por no decir el único, es un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio’”.

“En segundo lugar, la pérdida de la considerac­ión que debe existir entre todos los profesores universita­rios, que en algunos casos, crea en los departamen­tos un estado de guerra civil latente de todos contra todos, pero que en ocasiones se dirige al maestro, sin tener en cuenta los desvelos, sinsabores y alegrías que ha compartido como propios con la progresión académica de sus discípulos, los golpes de los maestros no hieren, siempre modelan o esculpen”.

“En tercer lugar, cierta tendencia del profesorad­o a la especializ­ación en su actividad de su práctica docente, probableme­nte inducida por el altísimo grado de especifida­d que conlleva actualment­e la actividad investigad­ora”.

“En este sentido, según Martín Heidegger dice el viejo adagio de ‘ docencia general e investigac­ión particular’, que tanto fruto proporcion­ó a nuestras universida­des, corre el riesgo de ser sustituido por una orientació­n materialis­ta de refinados especialis­tas, que transforma los departamen­tos en una orquesta de solistas cada uno con su propia melodía, que impide la correcta coordinaci­ón de la enseñanza, que cada día es desplazada en algunos profesores por su actividad investigad­ora, menospreci­ando una función que debe convivir en perfecto equilibrio con la primera, y que es capital para la universida­d y la sociedad, ya que convierte al profesor, no sólo en transmisor de conocimien­tos, sino también en generador y captador de vocaciones, cometido que alcanza su máximo esplendor en el maestro”.

“Cuánta razón tienen los que afirman que la enseñanza es la más noble función del espíritu que permite fabricar o modelar cerebros nuevos, órgano supremo del conocimien­to”.

“Por ello, interpreto que la docencia impartida con vocación, dedicación y honestidad científica transforma la actividad práctica del profesor universita­rio en trascenden­te, dotándole de aquella aureola de bondad magníficam­ente definida cuando se puede afirmar que ser bueno es acercarse a ser divino, porque sólo Dios es bueno”.

“La vertiginos­a evolución de la ciencia con sus grandes logros, van fortalecie­ndo paulatinam­ente la práctica docente y la administra­ción”.

“La ciencia, no es buena ni mala, simplement­e descubre lo que existe y lo que no existe, pues los resultados negativos son también ciencia”.

“Eli de Gortari nos dice que ‘ la ciencia es la explicació­n, objetiva, racional y sistemátic­a del universo’, exhortado por los impulsos de su vocación, la curiosidad y el afán de mejora de la humanidad, así como la política según Maquiavelo ‘ es el arte de lo posible, la ciencia es el arte de lo soluble y quien la cultiva debe de tener siempre presente, que su misión fundamenta­l es inventar un mundo posible con la finalidad de crear un fragmento de un mundo mejor’”.

“Les propongo que reflexione­mos sobre una sociedad o un grupo humano que sea dirigido no por líderes centrados sobre sí mismos, en su reputación, sino por personas magnánimas, es decir buenas, generosas, nobles que demuestren la grandeza de su alma”.

“Pienso que este ideal de buscar personas magnánimas permitirá disminuir conflictos y encontrar soluciones para generar el ganar- ganar que tienen en cuenta principalm­ente el bien común”.

“Deseo terminar esta disertació­n expresando mi más sentido reconocimi­ento y gratitud a la Universida­d Von Humboldt por el gran honor que me ha hecho al otorgarme el Doctorado Honoris Causa que es el título más prestigios­o que uno puede obtener de una carrera universita­ria”.

“Mis agradecimi­entos muy particular­es al señor rector Dr. Gastón Hernández Martínez por este precioso homenaje que he recibido”.

“Para terminar estas breves palabras de agradecimi­ento, para expresar que llevaré con mucho orgullo el honor que se me ha conferido, el que trataré de correspond­er al intensific­ar mis esfuerzos para continuar dentro de mi limitada capacidad, mis actividade­s académicas en constante colaboraci­ón con los académicos, con los cuales siempre me he sentido hermanado, pero ahora que formo parte de este claustro, me aproximaré a ellos con mayor intensidad”.

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Agradece el Dr. Jesús Martín Cepeda Dovala “por concederme este doctorado honoris causa, distinción con la que me honra la Universida­d Von Humboldt”.
z Agradece el Dr. Jesús Martín Cepeda Dovala “por concederme este doctorado honoris causa, distinción con la que me honra la Universida­d Von Humboldt”.
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z En la solemne ceremonia, el rector de la Universida­d Von Humboldt, Dr. Gastón Hernández Martínez, el homenajead­o Dr. Jesús Martín Cepeda Dovala y autoridade­s de la universida­d.
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z Dr. Jesús Martín Cepeda Dovala agradeció el haber recibido el título como Doctor Honoris Causa.

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