Calientan Biden y Trump campañas presidenciales
Ambas figuras políticas se culpan mutuamente por no resolver los problemas de la inmigración
El presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump, por separado, visitan este jueves la frontera de Texas con México para avanzar sus campañas a la elección de noviembre culpándose mutuamente por no resolver los problemas de la inmigración.
El mandatario estadounidense se reunió con miembros de la Patrulla Fronteriza y las autoridades y líderes locales en Brownsville, el único puerto marítimo fronterizo con México, que se ha visto agobiado por el aumento de la llegada de migrantes.
Mientras, Trump estuvo a 500 kilómetros al noreste en Eagle Pass, donde el gobernador de Texas, el republicano
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Greg Abbott, ha instaurado varias medidas que retan el poder federal sobre inmigración.
Ambos líderes enfocaron sus discursos en la necesidad de reformar las leyes migratorias y controlar la masiva llegada de extranjeros por la frontera sur del país.
Trump dio su discurso en un terreno abonado por Abbott, que el año pasado colocó en Eagle Pass una barrera de boyas en el río Grande (río Bravo en México), y en enero pasado tomó control del parque municipal Shelby, evitando que la Patrulla Fronteriza procese a migrantes recién llegados en este lugar. Ambas medidas han sido demandadas por la Administración Biden.
Cerca a esta ciudad de unos 30 mil habitantes, y otro bastión demócrata, también se está construyendo una base militar que albergará hasta 2 mil 300 soldados de la Guardia
Nacional de ese y otros estados republicanos desplegados para ayudar con la seguridad de la línea divisoria.
Se espera que el expresidente, el favorito para ser el candidato del Partido Republicano en noviembre , culpe a la Administración Biden de los problemas de la frontera por dejarla “abierta” a los inmigrantes y permitir el ingreso de un número récord.
Esta semana, Trump dijo en un mensaje por Truth Social que “la invasión fronteriza está destruyendo nuestro país y matando a nuestros ciudadanos” y prometió nuevamente la “mayor deportación de criminales ilegales en la historia de Estados Unidos” si es reelegido.
Por su parte, Biden, según la Casa Blanca, dirigirá su discurso a la “necesidad urgente” de que el Congreso apruebe un proyecto de ley bipartidista negociado durante meses para fortalecer la frontera y que sufrió un fuerte revés el pasado 7 de febrero, cuando no superó un voto de procedimiento en el Senado.