Mi pareja me ha dejado… ¿por dónde empiezo?
Una ruptura de pareja constituye un duelo. Así es, aunque no haya fallecido nadie, se trata de una pérdida importante.
El duelo va a depender en gran medida de las características personales de los miembros y de la naturaleza tanto de la relación como de la ruptura.
Si somos la persona a la que han dejado, también es probable que aparezcan sentimientos de inadecuación, vacío y baja autoestima. Especialmente si además la relación se ha ido construyendo en base a la temida dependencia emocional.
¿Qué perdemos en una ruptura?
Una ruptura es dolorosa porque se trata de una pérdida en muchos sentidos.
1. Pérdida de una persona importante para nosotros
Perdemos a alguen clave para nosotros, por lo que echaremos de menos a esta persona, pero además también perdemos un proyecto de futuro en conjunto.
2. Pérdida de planes de futuro
Si la relación de pareja había avanzado, lo habitual es que se hayan hecho planes de futuro. Cuando la pareja se rompe, se
▮ rompen también esos esquemas. De esta manera, nuestra idea de futuro queda en suspenso y pueden aparecer sentimientos de desorientación y vacío.
3. Pérdida de un rol
Además, perdemos un rol importante. Cuando estamos en pareja, no hemos de olvidar que somos tal persona, pero también somos la pareja de. Tras la ruptura, perdemos ese rol.
4. Pérdida de relaciones con otras personas
Por otro lado, perdemos contacto con personas implicadas. En no pocos casos, se comparten vínculos. Gente del entorno de tu ex que se acaban convirtiendo en personas importantes en tu vida: amistades, familia política...
5. Pérdida de calidad de vida
A veces, perdemos calidad de vida. Puede ocurrir que nuestro bolsillo sufra: vivimos en una sociedad en la que estar en pareja resulta más económico. Quizá se convivía en pareja, por lo que tras la ruptura, los gastos vuelven a recaer solo en ti.
¿Qué puedo hacer para superar la ruptura?
Ten en cuenta que pasar por el duelo es necesario. Muchas veces, sobre todo al principio, cuando el dolor emocional es más intenso, nos gustaría poder dormir hasta que todo cese. Pero esto, además de no ser posible, tampoco es conveniente ¿por qué? Porque el duelo tiene que experimentarse para poder pasar página.
1. Infórmate sobre las fases del duelo
En ocasiones, las emociones se alternan tan deprisa que sentimos que estamos perdiendo el control: de pronto estoy muy triste, más tarde siento rabia, al día siguiente siento un gran vértigo por mi futuro...
Entender que lo que vives y lo que sientes es normal es muy importante. Alivia una carga adicional que tiene que ver con la preocupación que nos surge del tipo ¿estaré viviendo un retroceso? Cada emoción vivida tiene un por qué: por ejemplo, a tristeza te ayuda a procesar lo que ha pasado y a rodearte de tu gente.
2. Practica el contacto 0
Esta parte es complicada, pero necesaria si queremos pasar página.
Procura pedir ayuda a tu gente: pídeles que no te hablen de tu ex, evita sacar tú el tema, no contactes con tu ex, deshazte de sus cosas o pide a alguien de confianza que se las devuelva por ti, guarda todo lo que te recuerde a esa persona de manera que no lo veas, etc.
Debes ayudar a tu cerebro a procesar que esa persona ya no forma parte de tu vida. Ten en cuenta que tu ex ahora mismo es como una droga para ti, por eso es importante ponértelo lo más difícil posible el hecho de caer.
3. Deja de preguntarte ¿por qué?
El ser humano necesita respuestas. Nos pasamos la vida queriendo saber incluso aquello que nos daña.
Tras una ruptura, lo normal es preguntarse ¿por qué? ¿Por qué me ha dejado? ¿Por qué tenía que acabar así? ¿Por qué a mí?
Ante la falta de información, rellenamos ese vacío con historias que suelen hacernos sentir peor. Además, nos obsesionamos en lugar de mirar hacia delante.
Intenta darte cuenta la próxima vez que estés pensando así y sustitúyelo por la pregunta ¿y ahora qué?
4. Céntrate en tus proyectos a medio plazo
La pregunta ¿y ahora qué? te obliga a mirar hacia delante.
Puede ser que no tengas claros tus proyectos a medio plazo y entonces, se trata de conectar con lo que te ilusiona y te hace feliz para volver a ponerte en marcha. Cualquier cosa vale con tal de que te mantenga en acción: un viaje, un voluntariado, una nueva idea de negocio, un hobbie nuevo...
5. Rodéate de tu gente
En ocasiones, los sentimientos de soledad son muy intensos. Además, nuestra imagen personal puede acabar dañada. Vivimos como fracaso lo que en realidad, es una experiencia de la que en un futuro seguramente saquemos un aprendizaje. Nuestra gente nos arropará y nos ayudará a recordar lo increíbles que somos.
6. Fortalece tu autoestima
Por último y en la línea de lo anterior: cualquier ruptura es un duro golpe para nuestra autoestima.
Hemos podido sentir que no éramos suficientes. En realidad lo que ocurre es que eres perfectamente suficiente pero quizás, no os dabais lo que necesitaba cada cual. Piensa que si esta persona te ha dejado marchar es porque no era la pareja de tu vida.
A partir de ahora, tu autoestima es prioritaria: cuanto antes empieces a tirar a la basura aquello que la dañe, antes te sentirás mejor.
Y al revés, piensa en qué cosas te hacen bien, personas, planes, actividades... y llena tu agenda. ¡No esperes a sentirte mejor para hacer lo que te gusta!
Estarás mandando a tu cerebro el mensaje: yo valgo muchísimo, aunque ahora no me encuentre bien.
Espero que estas claves te hayan aclarado cómo empezar a superar una ruptura de pareja. Si sientes que necesitas ayuda en el proceso, puedes hacerlo de mi mano.