Medios públicos
Satanás siempre está al acecho y las tentaciones se presentan. Por eso existen los “judas” que no son otra cosa que vil traidores capaces de ofender a Dios sin importar sus consecuencias.
Por ejemplo, las guerras son producto del odio, de las venganzas y la ambición de los hombres. Las consecuencias de la barbarie son fatales: hambre, desolación, muerte.
Pese a todo el sufrimiento provocado por la cruz a cuestas, por los latigazos asestados uno tras otros, por la corona de espinas, por la sangre inocente derramada, Jesucristo fue capaz de soportar el dolor por AMOR. Y con su inmenso amor venció al demonio porque a través del perdón otorgado a aquellos que lo habían condenado injustamente fue capaz de redimir a la humanidad. “Perdónalos, Señor, porque no saben lo que hacen”. Nosotros ¿Seremos capaces de seguirlo? ¿Amaremos a nuestro prójimo como Él nos lo pidió?
Los “judas” actualmente existen y están en todas partes. Se encuentran en todos los grupos, disfrazados de buenos o de muy religiosos, pero con la maldad en el alma. Practican la soberbia, la ambición, la envidia, la hipocresía, la difamación y una serie de antivalores. Sus seguidores son iguales en cuanto a calidad humana se refiere; por eso se buscan. Su “amistad” no dura porque solo hay intereses y complicidades de por medio. Como no son auténticos ni sinceros, al no conducirse con honestidad, tarde o temprano son descubiertos y puestos en evidencia.
No olvidemos que nadie puede dar lo que no tiene en su corazón. Y lo que no es auténtico, caerá por sí solo.
Felices Pascuas de Resurrección.