PENSAMIENTOS EN VOZ ALTA
Mons. José Gpe. Valdés
La Semana Santa
El pueblo de Dios califica esta semana como santa. Esto quiere decir que la aparta de las demás semanas porque celebra lo más importante del año que es la muerte y resurreción de Cristo.
Empieza con el Domingo de Ramos, en el que celebra la entrada de Jesús a Jerusalén y realiza el triunfo de Jesús, con la pasión y muerte. Al escuchar el pueblo de Dios lo que le hemos costado, nuestra salvación. El Lunes Santo comienza a narrar los últimos días de la vida de Jesús en el que María la hermana de Lázaro lava los pies a Jesús como agradecimiento de haber resucitado a su hermano con el claro escándalo de Judas y al saber los sumos sacerdotes que muchos al ver a Lázaro creían en Jesús, determinan matarlo.
El Martes Santo se presenta la determinación de Judas de entregar a Jesús y el anuncio de que Pedro lo iba a negar tres veces de ser su discípulo. El Miércoles Santo es el día en que reúne el Sanedrin (tribunal supremo de los judíos) para condenar a muerte a Jesús. El Jueves Santo en este día se inicia el Triduo de la Pascua: Celebra la última cena en la que instituye la Eucaristía, el Sacerdocio y el Mandamiento del Amor, mostrándolo lavando los pies a sus discípulos. El Viernes Santo se celebra la crucifixión de Cristo con la participacion del pueblo de Dios en el Vía Crucis y a partir de las tres de la tarde la celebaración litúrgica de la Pasión de Cristo con distribución de la comunión. Este día no hay misa por el luto de la muerte de Cristo. El Sábado Santo o Sábado de Gloria es un día de recogimiento para la preparación de la vigilia pascual, en la que se celebra el día más importante de año litúrgico, que es la resurreccion de Cristo.
En este día se bendice el cirio como luz de Cristo, el agua y se recuerda la historia de salvación, se abre la Gloria y se renuevan las promesas bautismales con la profesión de fe. El Domingo de Pascua o Domingo de Resurreción es el día central de todas las celebraciones y es un día de alegría en el que nuestra fe se centra en la resurreción, pues, si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe, y nosotros creemos en un Dios vivo y aunque tenemos la certeza de morir tenemos la firme esperanza de resucitar y llegar a tener un cuerpo glorioso como el que tiene Cristo.
Vivamos esta Semana Santa en familia.