Surcan aves de metal las áreas siniestradas
Trabajan las aeronaves por zonas delimitadas para evitar saturación
Las maniobras centrales en la batalla contra las llamas en la zona de La Pinolosa, en la sierra de Arteaga, se han concentrado en el aire, con al menos cinco helicópteros que operan de manera simultánea.
Lo anterior fue expresado por Luis Rey Baltazar Montufar, piloto del Gobierno del Estado, quien coordina los esfuerzos vía radiocomunicación con cada aeronave para que, de manera sincrónica, ingresen a las áreas afectadas.
“Primero se evalúa con la Comisión Nacional Forestal el tipo de fuego con el que se debe lidiar, y entonces se procede también a la evaluación del terreno”, externó.
Las aeronaves ayudan a mitigar la línea de fuego con helibaldes y para ello se utilizan tres en específico: uno del Gobierno estatal, que es capaz de transportar 800 litros de agua; mientras que dos más de la Guardia Nacional con una capacidad de mil 800 litros cada uno.
Baltazar Montufar señala que estas deben buscar un lugar para recargar agua para entonces proceder a utilizar un retardante, el cual auxilia para frenar el avance de las llamas.
Otra aeronave funge como ambulancia en caso de alguna contingencia y una más es utilizada para transportar al personal a zonas de difícil acceso.
En cuanto a las operaciones, comenta que de 12 a 4 de la tarde, los vientos presentan cambios importantes, y en dicho periodo se debe realizar la evaluación; en el caso de las autoridades coahuilenses, estas ordenan parar a las 2 de la tarde las actividades y entonces tomar las decisiones pertinentes.
“Se presentan cambios en el viento y cambia el humo, lo cual afecta la visibilidad”, alertó el piloto del Estado.
Para determinar la extensión que comprende un incendio de este tipo, señaló que se procede a un cálculo vía aérea por me
dio de un polígono y se miden las hectáreas a través de GPS, “y esto es importante porque las personas no pueden llegar hasta esos puntos”, de ahí una de las partes relevantes del trabajo desde el aire.