El nivel de transformación
Como dirían los gnósticos: el que tenga ojos para ver, que vea, y oídos para escuchar, que escuche. Parece ser que los peores enemigos, los que realmente están decididos a hundir el gran proyecto transformador de Andrés Manuel, no son los que él señala como conservadores, corruptos y fifís, sino sus más allegados, los hombres de su mayor confianza, esos que le aportan “los otros datos” que generosamente usa a discreción y que no son otra cosa que mentiras.
El sábado, en San Pedro de las Colonias, el Presidente aseguró que en Coahuila ya están funcionando tres “Universidades para el Bienestar”, una en Piedras Negras, otra en Francisco I. Madero y otra más en Viesca.
Lo dijo con total solvencia, como el que afirma algo de lo que tiene certeza. En suma, presumir ante el Gobernador y dos docenas más de funcionarios estatales este gran logro de la cuarta transformación.
La cuestión es que ninguna de estas tres universidades existe. No, son bardas, media docena de cuartos sin terminar, pura obra negra, que por añadidura, se suspendió el año pasado por falta de presupuesto.
No, los peores enemigos de Andrés Manuel no son los conservadores, los neoliberales que insisten en descarrilar el tren de la transformación para recuperar sus privilegios. No, los peores enemigos de la 4T son los que le aportan los “otros datos” al Presidente, y por supuesto, él mismo por defenderlos con vehemencia, cuando no se trata de otra cosa que mentiras, manipulación de una realidad que está ahí, en obra negra inconclusa y que no habrá de cambiar a golpe de retórica.
Ante esta evidencia solo podemos imaginar cuáles de los “otros datos” estarán fundados en exactamente lo mismo, logros que solo existen en la imaginación de los peores enemigos de la 4T, el círculo más cercano del Presidente.