Ni hacer precampaña saben, menos gobernar
El Instituto Nacional Electoral, es uno de los organismos públicos autónomos de nuestro país, siendo el ente público encargado de regular los procesos electorales, de participación ciudadana y normar las directrices a las que se sujetaran los participantes de todo lo anterior.
Su misión es ser el organismo electoral que contribuya a la consolidación de la cultura y convivencia democrática en México, distinguiéndose por ser una institución moderna, transparente y eficiente, en la que la sociedad confíe plenamente para la organización de elecciones equitativas e imparciales.
Sin embargo, para Morena y el Presidente, el INE les ha declarado la guerra, aún y cuando este mismo órgano, organizó la elección más grande de la historia de nuestro país, en la que por cierto resultó ganador López Obrador. Acusan que el INE se ha convertido, en los hechos, “en un férreo defensor de los intereses y privilegios de quienes dominaron el poder político, económico y mediático en el régimen neoliberal. Hágame usted el favor estimado Lector.
Pero, ¿qué fue lo que detonó esta guerra de convenenciera acusación? Pues que el INE canceló el registro de varios candidatos de este partido al encontrar diversas irregularidades en las precampañas de diferentes estados. Y es que la Comisión de Fiscalización estudió los ingresos y gastos que realizaron los partidos políticos y sus candidatos y encontró que había informes no presentados, egresos que nunca fueron reportados a la autoridad, eventos registrados de forma extemporánea y gastos de personas que no fueron inscritas como precandidatas y sí participaron en una contienda interna.
Acto seguido, el Presidente y la dirigencia de Morena rechazaron la decisión del INE y por supuesto no han parado de argumentar que “hay intereses detrás de la cancelación de las campañas de su partido”. En fin, queda claro, la intención de Morena es tomar como pretexto dicha decisión del órgano electoral, para patalear y comenzar una guerra de grilla para denostar y decir que el INE ya no es confiable. ¿Qué sigue? Que las elecciones las vuelva a organizar la Secretaría de Gobernación? ¿Volver al pasado antidemocrático de nuestro país?
Lo que deberían hacer los “morenos”, es aprender a leer las reglas del juego, ya que han demostrado que como gobiernan, operan: ¡con las patas!