Protagonizan niños Viacrucis Vaticano
El papa Francisco presidió ayer un Viacrucis en el que los niños fueron los protagonistas y que, por segundo año consecutivo, se celebró en una vacía Plaza de San Pedro del Vaticano por la pandemia, y no en el Coliseo, como era habitual.
Este año de coronavirus uno de los colectivos que más ha sufrido han sido los niños, que han tenido que quedarse encerrados en sus casas, sin poder ir al colegio, sin ver ni jugar con sus amigos, y que han visto cómo sus abuelos y otros familiares enfermaban de Covid-19 y en algunas ocasiones morían si poder despedirse de ellos.
Francisco ha querido tener un gesto especial con ellos en este Viernes Santo y ha decidido que fueran los autores de las meditaciones que se han leído en este Viacrucis, en el que el Papa no ha realizado ningún discurso como sí ha hecho en ocasiones pasadas cuando se celebraba en el Coliseo, símbolo de la persecución y del sufrimiento de los primeros cristianos.
Como en 2020, la plaza vaticana fue iluminada por unas velas en el suelo, colocadas desde el obelisco hasta el sagrado, y ha contado con un número restringido de fieles, que se han sentado en sillas separadas, guardando la distancia interpersonal y en todo momento con las mascarillas puestas.
Para evitar aglomeraciones de fieles y curiosos que pudieran acercarse hasta la plaza, esta fue cerrada y solo fue recorrida por los portadores de la Cruz.