‘Sexualidad sagrada’ y charlatanería
En los últimos meses he tenido muchos casos de canalización a tratamiento ginecológico por problemas que son fáciles de solucionar, por ejemplo las infecciones urinarias, cuya curación es rápida si se atiende tan pronto se manifiesten los síntomas, que son por lo general, ardor y dolor durante la micción. Recordemos que la orina sale por la uretra, vecina del introito vaginal, zona en la que se pueden contraer fácilmente este tipo de infecciones, incluso si se realiza de una forma inadecuada la higiene de ese sitio.
Dos de los casos más pesados de resolver según los testimonios de las usuarias, fue una que acudió a un curso de “sexualidad sagrada”, en el cual les instruyeron en la sanación de su vida sexual, además de “borrarles la memoria” vaginal de sus exparejas coitales entre otras charlatanerías terribles que han provocado que varias mujeres acudan a consulta ginecológica.
Una de ellas en el mensaje directo a través de mi página Ivaginaria, en Facebook, me contó: “...te lo anuncian como un retiro de mujeres en el que según ellas nos dan técnicas antiguas y que del conocimiento herbolario para dizque la transformación femenina. Yo iba con la idea de aprender algo para mejorar mi vida sexual, pero también higiene para mi zona privada, y según esto con lo de la sexualidad sagrada e higienismo y ginecología natural nos iban a enseñar a concentrarnos en nuestro poder femenino. Pero lo que me sucedió como contaste en un caso anterior, fue una súper infección urinaria, porque nos recomendaron el uso del huevo de cristal. A una de las compañeras el huevo la lastimó. A mí me dio una infección urinaria que como me dijiste, se iba a quitar rápido, pero lo demás de la sexualidad sagrada fue charlatanería...”
Todos los cursos que tengan que ver con sexología, educación en la sexualidad, sexo y sexualidad que poseen una verdadera fundamentación científica, no son impartidos por chamanes, coachs, sicólogos o sicólogas sin entrenamiento en educación en la sexualidad, perspectiva de género y diversidad sexual, tampoco por personas que no han llevado una formación en algunas de las escuelas sexológicas mexicanas, que hay muchas.
Estos cursos son pura charlatanería y desinformación peligrosa, y es solo la conjunción de creencias sobre lo que se piensa de la reproductividad y su control desde una visión poco saludable, desde una percepción del erotismo y la coitalidad como elementos corrosivos de la vida sexual y no como parte de una vivencia voluntaria (si no es una violación) y apelando a elementos de higiene de los órganos sexuales pélvicos externos que pueden no ser adecuados a todas las personas. Recordemos que aunque la herbolaria es magnífica para tratar muchos asuntos de nuestra salud, también deberemos de saber si no somos alérgicos o nos resulta tóxica cierta hierba o planta o flor que apliquemos a una zona tan vulnerable como es la genitalia. Sea en vapor, té o untada.
La sexualidad sí es sagrada, pero no porque un grupo de personas sin entrenamiento, conocimientos, información y formación lo dice, sino porque es parte de la vivencia humana y de la reproductividad de nuestra especie. Lucrar con el desconocimiento de las personas en un asunto tan delicado aportándoles problemas reales de salud es nocivo y ofensivo. No trates tus asuntos de sexualidad, sexología y educación sexual con una persona que no sea un sexólogo o sexóloga que pueda tratarte o canalizarte. Así como no llevas tu carro a componer a un salón de belleza ni a tus hij@s a que les corte el pelo el jardinero.