‘El jazz es la capacidad de improvisar en la vida’
Crean cuatro músicos saltillenses un ensamble
“El jazz es tener la capacidad de improvisar en todo; la capacidad de conocer a alguien y poder platicar con él y poder hacer las cosas más estructuradas. El jazz es la capacidad de improvisar en la vida diaria”, sostiene el flautista Manuel Huízar, director de la Orquesta Nacional de Jazz, y quien juntó a sus colegas Carlos Alcalá (guitarra), Édgar Reyes (bajo) y Oswaldo Cerna (batería) en un ensamble que permite pensar que “el jazz, como decía Bill Evans, no es un qué sino un cómo”.
Para los músicos, que se presentaron el jueves en Casa Tiyahui –como una de las actividades de celebración por su 12 aniversario–, la cuestión fundamental del jazz es, precisamente, saber cómo la comunicación entre ellos puede surgir. Como apuntó Cerna “el jazz sí es libertad, pero creo que sobre todo conexión. Ya sea entre dos, cuatro o más músicos y también el aforo de la gente. Creo que llegar a esa conectividad entre todos, es la libertad del jazz. Me siento muy libre al ejecutar jazz, pero al hacer clic con el músico que te acompaña en el escenario es otra cosa”.
La presentación del jueves demostró, además, otras de las virtudes del género: la capacidad de fluir, de tomar un poco de otras músicas y hacerlas suyas. La influencia y la fusión, la capacidad de interpretar una melodía ajena y convertirla en una atmósfera diferente, pues en eta
El jazz es esa parte de la música en la que tú eres dueño de lo que estás expresando, porque estás en el ahora, disfrutándolo y siendo dueño de ese momento”. Edgar Reyes
Músico
ocasión, el repertorio estuvo conformado por boleros mexicano, latin jazz, swing y groove.
Y desde esa perspectiva “el cómo” que es el jazz, vira hacia cómo se toca una pieza y se transforma en otra. Cómo el músico mismo se quita la piel de uno para ser otro, pues todos los miembros del ensamble son músicos profesionales que estudiaron en la Escuela Superior de Música (Esmuac), pero también han sabido desligarse de la tradición clásica para aprender esas otras formas.
Para Reyes “como músicos de orquesta, debemos de ser muy conscientes de seguir lo que dice el papel, mirar al director y aunque me encanta, también sé que es otro tipo de lenguaje. El jazz es esa música en la que tú eres dueño de lo que estás expresando, porque estás en el ahora, disfrutándolo y siendo dueño de ese momento”.
Esa necesidad de explorar los límites del lenguaje musical ha creado una escena jazzera cada vez más constante en la ciudad, señala el ensamble. Apuntan que desde hace 13 años cada vez más músicos profesionales, que no se ven como intérpretes de cámara, han comenzado a “picar piedra haciendo sus propias producciones”, como dice Alcalá.
En el caso de Huizar, señaló que primero fue a Monterrey y, de ahí, a la Ciudad de México en donde encontró una escena consolidada del género y en donde, en 2015, cofundó la Orquesta Nacional de Jazz. Ahora ve cómo el género ha crecido en Saltillo.
“A mí me da mucha felicidad ver lo que está pasando con el jazz, porque la gente no buscaba esto, pero de un tiempo para acá se ha mostrado un trabajo muy fresco”, y agrega que “esta apertura se dio porque los músicos ya tienen más técnica, pero muchos no se ven como parte de una orquesta sino tocando cosas más modernas”.
Para Alcalá, quien cursó en el Centro de Estudios de Jazz de la Universidad Veracruzana esta escena “ha estado emergiendo. Lo que más se agradece es el trabajo de los músicos, pero también los espacios como estos, que crean eventos así, y que permiten que este tipo de música llegue a demás personas”.