‘Hay que ver qué sale’, dice Caniem sobre los Libros de Texto Gratuito
Señala Juan Arzoz, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Mexicana, que deberían esperar más tiempo
Ante la polémica suscitada por la reelaboración al vapor de los nuevos Libros de Texto Gratuito (LTG) de primaria, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), Juan Luis Arzoz, sugirió esperar y juzgar el resultado.
“Lo que yo digo es: hay que esperar a ver qué sale. Ya cuando los libros estén impresos, ya podremos decir: ‘Mira, no nos gustan o sí nos gustan’, ‘son buenos, son malos’. El cómo mides la calidad de un libro es bien difícil, pero hay que tratar. Habría que verlos”, comenta en entrevista telefónica.
Bajo el concepto de la Nueva Escuela Mexicana, que impulsa el Gobierno federal, la Secreta
zría de Educación Pública (SEP) pretende reelaborar 18 libros de texto de primaria del próximo ciclo escolar con tiempos apretados. Esto a través de tres convocatorias –dos para docentes y una para creadores visuales– que levantaron descontento puesto que carecían de retribución económica para los involucrados, quienes únicamente recibirán reconocimientos y el crédito, a pesar de que la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), órgano público que produce y distribuye los LTG, aumentó en más de 100 millones de pesos sus recursos este año.
“Me gustaría que (los libros) fueran para el año que entra, no para este; para el ciclo escolar 2022, y tener mucho más tiempo de verlos, revisarlos, etcétera”, expresó Arzoz. “Tendrían mucho más tiempo de hacer las cosas, de acuerdo con la experiencia de la industria editorial”.
El titular de la Caniem recordó que, si bien la elaboración de los LTG de primaria está a cargo de la SEP desde 1959, la industria editorial mexicana sí participa en los de educación secundaria, así como en el mercado privado.
“Nosotros tenemos nuestros tiempos y nuestros procesos para hacer los libros de texto. Tardamos entre seis, nueve o 12 meses en hacer un libro por todo el proceso que esto implica.
“En la Cámara, todos los trabajos de este tipo son remunerados, y depende de cada editorial el monto que se pague en cada caso. La industria privada siempre lo ha pagado”.
Finalmente, Arzoz descartó que la Caniem vaya a emprender alguna acción para solucionar esto, e insiste en esperar a conocer el resultado de lo que el propio Arriaga ha calificado como un experimento teórico.