Voto util (Primera parte)
Estamos a 45 días de la celebración de la jornada electoral del próximo 6 de junio, fecha en que culminará el presente proceso electoral denominado “la elección más grande de América Latina”, nombre que se le ha dado por el número de cargos que se votarán, ya que esta elección tendrá como finalidad renovar a nivel federal la Cámara de Diputados, al elegirse 300 diputaciones por el principio de mayoría relativa y 200 por representación proporcional; así como, a nivel local se votarán 15 gubernaturas y 30 congresos locales, además de las alcaldías en 30 estados, tal como sucederá en Coahuila.
Dada la magnitud de la elección, es necesario que los electores empecemos a dimensionar la importancia que tendrá nuestro sufragio en esa jornada comicial con la que concluye este proceso, para determinar lo antes posible cuál será el sentido de nuestro voto. Es decir, que ante la importancia de la elección del próximo 6 de junio, los electores debemos preparar de manera muy consciente y anticipada lo que haremos frente a la urna ese día de la elección dadas las repercusiones que tendrá nuestra decisión personal.
Para quienes asiduamente votamos en cada elección, y que lo hacemos lo más fundado posible, es muy común escuchar sobre la necesidad de ejercer un voto verdaderamente provechoso y capaz de doblar la balanza hacia algún lado. A este voto se le conoce como voto útil o voto estratégico. El voto útil, consiste en buscar que el candidato menos malo, con posibilidades claras de ganar, pueda vencer al malo con iguales posibilidades de triunfo. Acción que se logra concentrando el mayor número de votos en favor de cualquiera de ellos, aunque lo anterior signifique sufragar por alguien que no es el mejor, dado que la principal finalidad es evitar la dispersión de los sufragios en alternativas sin posibilidades. Es decir, lo que busca este voto es sumarse a cualquiera de las alternativas que tengan posibilidad de ganar, con el único ánimo de no dejar vencer al candidato más malo según el criterio, aunque ninguno de los dos sea de nuestra preferencia.
Así pues, una vez que hemos entendido plenamente el significado del voto útil, toca dilucidar si en esta elección es posible votar no por el mejor candidato o por el de nuestra elección, sino por el menos peor, bajo la lógica de este voto útil. Para llegar a tal conclusión debemos primero conocer circunstancias tales como, quiénes de los candidatos tienen reales posibilidades de obtener el triunfo, para luego investigar sobre sus propuestas de gobierno y sus intenciones para gobernar, así como la corriente ideológica que represente, dado que con su triunfo se podrá garantizar la continuidad de una política de gobierno establecida, o la conclusión definitiva de una administración en marcha.
Para entender un poco más lo relativo a la necesidad de aplicar en esta elección el voto útil, es necesario entender también, que nuestro sistema político electoral permite que sean diversas las propuestas democráticas que se le planteen al elector, a pesar de que al final solo una alcanzará el triunfo total, y todas los demás perderán toda posibilidad de intervenir en la nueva administración pública o era legislativa.
Continuara…