Lo que no nos cuesta hagámoslo fiesta
El ministro de la Presidencia autor de la célebre perla: “Van pal cielo y van llorando”; mismo funcionario que nombró con un jugoso salario a un sobrino como asistente, ya que según él nadie más sabe hacer el trabajo, nos sorprende de nuevo al decir “el Javier es nuestra alma mater y lo seguiremos apoyando”.
Los dichos del funcionario se refieren al Colegio Javier, del cual es egresado, junto con el presidente Varela y al que le donaron $90 mil de las partidas discrecionales, lo que ha desatado una ola de indignación nacional.
Sin duda que es loable el servicio social que realiza cada año el colegio Javier, así como otros planteles católicos como el San Agustín, pero eso no le da derecho al Presidente de turno a beneficiar a una escuela privada, con el argumento que es su alma mater.
Aquí se materializa otro dicho popular que reza: “Lo que no nos cuesta hagámoslo fiestas”. Un análisis de fondo de la conducta presidencial de regalar fondos públicos a un colegio privado, basado en que se graduó en él, sería constitutivo de un delito contra la administración pública.
Mientras las escuelas públicas se caen a pedazos, estos funcionarios regalan la plata tuya y mía a un colegio privado pudiente, que seguramente no lo necesita.
Que recuerde Varela que en el 2019 tendrá que rendir cuenta de sus actos y omisiones.