Medicina y humanismo... una opinión
La reciente obra del Dr. Julio V. Suárez, Historia y Evolución de la Medicina. Humanismo y Filosofía, tiene la virtud de motivar la reflexión; en la consulta, el médico es quien interroga y examina, en cambio, con esta obra, que aborda temas fundamentales de la profesión, el lector, sin interrogar puede examinar la Medicina; máxime ahora, cuando sin proponérnoslo, al inicio de la pandemia nos dimos cuenta que los principales valores de la humanidad son la vida y la salud; que todo lo demás, es secundario; que la seguridad y el bienestar de la mayoría, dependen de la solidaridad, de la voluntad de servir.
Inicia con una cita de Paracelso: “el más alto grado de la Medicina es el amor.., sin amor no se puede ser médico... servir y ser útiles es tarea del corazón... por el corazón se forja el médico, que lo insta a hacer el bien y evitar el mal”. Y luego de repasar eventos significativos de la evolución histórica de la Medicina, trata aspectos éticos de la profesión. El haberla ejercido con rigurosidad científica y técnica y en estricto apego a la ética, le confieren suficiente autoridad para el análisis de fondo; íntimamente relacionado con el humanismo, cuya esencia es el servicio a la humanidad, solo que, “esas enseñanzas se impartían antes, pero “al elevarse el costo de la vida, la devaluación del dinero y el aumento de las necesidades... la prioridad giró hacia el rendimiento económico, ... se constituyeron monopolios comerciales... y se hizo evidente, que la Medicina fue absorbida por este sistema socioeconómico”.. En este contexto destaca el autor, con meridiana claridad, la influencia de la industria farmacéutica, las aseguradoras y las empresas prestadoras de servicios médicos.. “es preocupante que algunos colegas le sigan el juego a estas empresas, aceptando sus sobornos y faltando a los principios de la ética... que norman la práctica profesional y las relaciones médicas para con el paciente, para con los colegas etc...
Para un médico de vocación, como él, comprometido a servir, es imposible aprobar conductas que riñen con la moral, causan daño y atentan contra los más preciados bienes patrimoniales de la humanidad, la vida y la salud. De aquí lo justificado de su conclusión: “las prácticas inhumanas de las em