‘Retener y reinsertar a los alumnos, el reto’ ’
Las cifras de alumnos que han quedado fuera del sistema, por cualquiera que sea la razón, es clave para poder implementar políticas que reinserten a estos estudiantes en las escuelas. No solo es un reto del Ministerio de Educación (Meduca), como describe NIvia Rossana Castrellón, especialista en el tema, sino de toda la sociedad, una tarea titánica, califica.
¿Cómo evalúa el impacto del Covid en la educación?
Es una gran desarticulación social que va más allá de la educación. Debo hacer énfasis en algo, esto no es un problema coyuntural, es un tema de reinsertar y retener a los chicos en la escuela porque se pueden perder generaciones enteras. La cifra que manejábamos antes de los avances que había tenido el Meduca y la sociedad que se ha puesto de acuerdo, era de un 5% de la población nacional. Eso se ha reducido significativamente, pero de alguna manera, hablar de cifras de esa magnitud implica generaciones completas que no podrían reinsertarse en una sociedad de manera completa y ya estaba pasando. Entonces, tenemos que darle las herramientas a los jóvenes para poder reinsertarse de forma productiva, eso tiene que ver con el empredurismo, uso de herramientas tecnológicas y capacidad de innovación. Tenemos que promover el pensamiento crítico y la solución del problema, porque sino vamos a tener una población absolutamente dependiente. No quiero dejar de mencionar que debemos de prestar atención a la población inicial. Tenemos niños de cero a tres años, uno de cada tres es pobre, y en estos momentos ni siquiera están contabilizados, tenemos una cobertura muy pobre en educación inicial. Esos niños, si no les damos la nutrición adecuada, si no los atendemos con atención correcta y los estímulos correspondientes vamos a perder generaciones.
Muchos planteles escolares particulares han vaticinado que no podrán continuar, ¿cuál es la proyección que tienen ustedes al respecto?
A título personal te puedo decir que un centro educativo, independientemente que sea particular u oficial que cierre sus puertas es una tragedia. Yo soy de la opinión que en este país se necesitan más y mejores centros educativos, oficiales y particulares. Ojalá y eso no ocurra y se busquen formas para que salgan adelante. Yo se que en este país ha habido una estrategia para atraer inversiones de temas que podemos poner un signo de interrogación como juegos de azar, entonces por qué no hacer algo que al final del día pudiera ayudar a muchos a tener la oportunidad de escoger diferentes ofertas educativas siempre de calidad.
¿Pero existe un estimado de cuántos alumnos migrarán al sistema oficial?
Lo único que puedo mencionar es que en el caso de Copeme lo que hemos visto es que el mayor éxodo de colegios particulares a los oficiales están en las provincias de Panamá Oeste y en San Miguelito. Nosotros no hemos analizado el tema a fondo, pero hay que hacer un esfuerzo para que haya más y mejor educación en el país y eso implica una articulación y complementariedad. Hay trayectorias educativas en las que en la educación particular ayuda mucho, particularmente en primaria, en ciertas regiones del país.
¿Cómo será el próximo ciclo escolar?
No tengo la bolita de cristal, pero te puedo decir lo que sospecho. El próximo año escolar tendrá tres retos. El primeromantener a los niños y jóvenes en el sistema educativo en esa transición entre 2020 y 2021. El segundo es saber qué aprendió y qué no aprendió y poder liberar, muy relevante también porque necesitamos que estos niños y jóvenes tengan las competencias, conocimientos y habilidades. El tercer reto es cómo volver a la presencialidad. Teniendo en cuenta el hecho de que la educación presencial se sabe que es la que tiene mayor impacto en el aprendizaje en los estudiantes y que las instalaciones educativas en el mundo, no solo en Panamá, no estaban listas para ofrecer clases con distanciamiento, el reto es saber cómo vamos a regresar. Puede ser semi presencial, es algo que se tiene que planificar. Lo que hemos hecho en Copeme y el Meduca es cómo volver de manera segura a clases con las medidas de bioseguridad que se requieren. Una escuela es un sitio donde convergen niños asintomáticos y adultos que pueden tener comorbilidades, entonces tenemos que manejar ambos escenarios.
Por el distanciamiento podrán requerir más aulas escolares o más profesores. ¿Los profesores están capacitados para poder individualizar la educación, tomando en cuenta que no todos aprendieron lo mismo durante este tiempo?
Muy interesante. Ahí es donde ayuda la tecnología. Probablemente la tecnología nos pueda ayudar a hacer esa liberación. Yo pienso, a nivel personal, que va haber una necesidad que las clases sean semi presenciales y que probablemente un salón de 30 muchachos tenga que volverse un salón de 15 en donde unos asistan ciertos días de la semana y que sea por supuesto de alguna manera complementada con educación no presencial.
¿Cuál es la estrategia para lograr la conectividad?
En Copeme hemos efectuado protocolos. Si queremos inclusión tenemos que garantizar el acceso a la tecnología de manera universal, es un derecho humano de segunda generación y tenemos que hacerlo. Ojalá que de aquí al 2024 eso se de, porque es un atraso de 25 años. Esto es importante porque es muy fácil culpar al que está de turno, pero qué pasó con todas las demás administraciones, qué ocurrió y qué no ocurrió. Pareciera que aquí lo que más importa es si las clases inician antes o después de los carnavales, tenemos que cambiar el discurso y poner el ojo en lo importante, no en la complacencia de las fechas que nos hacen felices. Hablemos también de un seguimiento y de una red de alerta temprana que es lo que ha propuesto Copeme, la red de prevención y retención escolar con una serie de protocolos para poder detectar al niño o niña que deja de atender clases y se especifica una planificación de cómo reinsertarlo. Aquellos chicos que se hayan salido del sistema, tenemos que implementar una estrategia que ya haya sido propuesta, con modalidades flexibles que se permitan en todos los niveles educativos para hacer las liberaciones necesarias. Con respecto a los ninis (ni estudian ni trabajan) ofrecer alternativas de educación técnica junto a otros actores como el sector productivo para que los chicos tengan probabilidad de poderse insertar en la sociedad.
“Uno de cada tres niños es pobre, y en estos momentos ni siquiera están contabilizados, tenemos una cobertura muy pobre en educación inicial”.