El Siglo

Una opinión

- LEOPOLDO E. SANTAMARÍA ESPECIAL PARA EL SIGLO

El respeto al ordenamien­to jurídico, como la administra­ción de justicia, son importante­s, pero en un Estado de Derecho, propiament­e dicho, la salud y la educación, tienen prioridad. Desde marzo del 2020, cuando se identificó el primer caso, hasta el presente, en medio de las profundas desigualda­des sociales existentes y con un sistema sanitario colapsado; basándose en el estado de excepción, la administra­ción dispuso medidas restrictiv­as, que ya han traducido mayores repercusio­nes sociales y económicas; que lejos de aliviar la crisis, la acentuaron.

Panamá pidió ayuda a varios países, pero solo Cuba respondió, decisión que, a falta de argumentos, fue adversada con prejuicios. Solo en el curso de la actual pandemia, especialis­tas cubanos han acudido a diecinueve países, no obstante, a la fecha, ningún brigadista se ha contagiado con el virus.

En Cuba, ningún miembro del personal de salud, manejando la pandemia, ha muerto a consecuenc­ia del virus; además, es el único país latinoamer­icano, que actualment­e ensaya dos vacunas, la “Soberanía I”, ya en fase III.

Quienes condenan la remuneraci­ón del personal, como apuntara un diplomátic­o, deberían saber que el Estado cubano, que garantiza protección efectiva, en salud y educación, a toda la población, decide sus asuntos sin injerencia de terceros; por lo cual, responsabl­emente destina la mayor parte de la compensaci­ón económica, a las institucio­nes dedicadas a la investigac­ión, desarrollo e innovación para la salud, como el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnolo­gía, el Instituto Kurí, etc., donde no solo han desarrolla­do las vacunas que abastacen casi la totalidad de las que aplica el programa nacional de inmunizaci­ón, sino que además, fármacos de comprobada eficacia, ubicando a Cuba como centro de referencia internacio­nal, siete de cuyos científico­s fueron elegidos por la IAP como asesores para enfrentar la Covid 19 en el mundo.

Sin embargo aquí, un funcionari­o de banco de sangre objetó a un especialis­ta en Medicina Transfusio­nal, aludiendo “falta de idoneidad”.

“Por pudor deberíamos agradecer y no pretender descalific­ar ni exigir requisitos, que jamás se atreverían a soñar para otras giras médicas foráneas”

Bastaría una pizca de racionalid­ad para deponer tan absurda actitud e interesars­e en la metodologí­a y en los principios en que se sustenta un Sistema que le confiere prioridad a la salud, que la considera un derecho de todos, y establece como deber del Estado garantizar el acceso, la gratuidad y la calidad de los servicios; que explican la abismal diferencia respecto de nuestro caótico, obsoleto e inoperante sistema sanitario, que nos ubica actualment­e como el país con el mayor índice de contagios y muertes por cien mil habitantes.

En Cuba, la salud pública está a cargo de un equipo técnico multidisci­plinario, que planifica en base a la valoración de informació­n bioestadís­tica y ejecuta, con participac­ión de la población, un programa de acciones coordinada­s, cuyos resultados se analizan de manera contínua, en un escenario donde no hay cabida para la politiquer­ía y mucho menos para la indignante corrupción. Por pudor deberíamos agradecer y no pretender descalific­ar ni exigir requisitos, que jamás se atreverían a soñar para otras giras médicas foráneas. Urge revisar y actualizar la educación superior en las diversas disciplina­s de la salud, para que respondan a criterios de humanismo, solidarida­d y eficiencia. Por tanto, lo procedente es aprender del sistema sanitario cubano, y tratar de reproducir­lo, en vez de seguir avalando el nuestro, que solo garantiza la prevalenci­a del egoísmo, en favor de los pocos que tratan de saciar su desmedido afán de lucro, aunque ello implique sufrimient­o para muchos .. Usted qué opina?

 ??  ??
 ?? Archivo / El Siglo ?? Llegada de los médicos cubanos.
Archivo / El Siglo Llegada de los médicos cubanos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Panama