El 2020: año diferente
El año 2020 no será bien recordado por familiares que perdieron sus seres queridos y por productores que perdieron dinero, esfuerzo y el empeño para hacer producir la tierra y así generar la producción de alimentos, para surtir la cadena alimentaria, que se vio truncada por efectos propios de la naturaleza.
A inicio del 2020, se dio un hecho deleznable y poco común en el país; como fue el crimen de siete personas en una zona montañosa de la comarca indígena Ngäbe Buglé, por una supuesta secta religioso, que llevaba a participar a las familias en ritos bajo el riesgo de ser maltratados e incluso asesinados.
Así, llegamos al mes de marzo, cuando las autoridades de Salud dan a conocer en conferencia de prensa, del primer caso del covid-19 al país, que se trató de una dama de 40 años que ingresó al país, procedente de España. Desde ese día en adelante, la población quedó expuesta a este virus, que acrecentó la cantidad de contagiados y fallecidos en el mes de julio, igual sucedió en noviembre y diciembre.
En julio, el macabro hallazgo de siete cadáveres de jóvenes, entre las edades de 17 a 22 años, en el área boscosa de Espinar, en Colón.
De allí nos trasladamos al mes de noviembre, cuando los panameños disfrutaban los días patrios a su manera, con las restricciones del Ministerio de Salud, cuando la cola del huracán Eta, que trajo muchas lluvias, afectó al sector de Tierras Altas, Veraguas, Coclé y la región de Bocas del Toro.
Esperamos que hechos como estos, externados en el escrito, no sucedan más en este querido Panamá.
PERIODISTA Y ESPECIALISTA EN DOCENCIA SUPERIOR