Un masaje tántrico pondrá a mil a tu hombre
Juega a estimular y excitar a tu pareja como lo haces habitualmente y valiéndote de todos los sentidos: la vista desnudándote poco a poco y con mucha seducción, el tacto dejando que acaricie todo tu cuerpo y acariciándole tu también, el gusto, el sabor de los besos, el olfato, el olor de la piel de tu amante y el tuyo y por supuesto el oído, donde toda suerte de palabras eróticas entran en juego.
Antes de poner en práctica el masaje tántrico es importante conocer todos los puntos sensibles de los genitales de tu chico, además del pene completo aprovecha el poder de disfrute que generan los testículos, el escroto y el perineo, todas estas zonas son en extremo importantes para llevar a cabo este tipo de masaje.
Para el masaje tántrico del lingam o pene es fundamental usar lubricación. Utiliza un aceite suave como el de almendras, que es un hidratante ideal que le dará suavidad a tus movimientos haciendo de la experiencia un cúmulo de sensaciones increíbles para él.
Para este masaje tántrico deberás usar las dos manos, los movimientos serán ascendentes como indica la imagen también descendentes pero de una forma más suave. Una de tus manos debe masajear sus testículos, escroto y perineo, mientras que la otra lo hará con el pene desde la base hasta el glande, siempre manteniendo el ritmo y usando las manos completas, debes tomar el pene y la zona de los testículos con toda la palma de la mano, con suavidad pero con firmeza al mismo tiempo.
Es importante que tú misma te entregues con disfrute a esta práctica y dejes allí tu energía algo que tu chico sentirá de inmediato. Anímate a ser creativa, a disfrutar, a permitir que la energía sexual te invada mientras haces también a tu pareja disfrutar. No te limites, no pienses en si lo haces bien o mal, aprovecha de esta práctica para estimular la intimidad y crear nuevos nexos.