Se apagó el lente mágico de Buenaventura
No fue un fotógrafo más, fue el padre de la crónica roja en Panamá
Manuel Buenaventura, uno de los mejores fotógrafos de crónica roja de Panamá, falleció la tarde del viernes tras luchar contra el coronavirus, lo que ha llenado de luto a sus familiares y al periodismo en general, especialmente, a sus compañeros del Diario El Siglo, donde laboró. Había sido internado el pasado fin de semana en el hospital de Chepo.
Según sus familiares, Buenaventura estaba mejorando, pero pese a que aún no podía moverse ni respirar, el viernes 15 de enero le dieron salida. Cuando llegó a su hogar empeoró y llamaron a la ambulancia, esta se dañó en el camino y el reconocido fotógrafo falleció. Los parientes consideran que hubo negligencia y solicitan que se realicen investigaciones.
Buenaventura no era un fotógrafo cualquiera, cubrió 6 cumbres presidenciales, visitó 18 países, entre ellos, la antigua Yugoslavia, acompañando al general Omar Torrijos Herrera.
José Levy, fotógrafo que en la actualidad cubre la crónica roja de El Siglo, recuerda que su amigo Buenaventura siempre buscaba la exclusividad.
Una de las fotos más violentas que recuerda que tomó Buenaventura, fue el caso de la joven Amparo Morales, quien fue descuartizada en Los Libertadores.
Otras fotos que recuerda fueron las que tomó Manuel el 20 de diciembre de 1989 durante la invasión de soldados estadounidenses a Panamá. Esas imágenes fueron utilizadas en un documental difundido en todo el mundo.
En el hospital Santo Tomás, que era su segundo hogar, Buenaventura era muy conocido, lo apreciaban y saludaban.
Llegaba en la mañana y se retiraba casi en la tarde. Una vez le preguntaron por qué se dedicaba a esta profesión de tomar fotos de muertos.
“Porque cuando yo veo que sale la foto en el periódico en primera plana en grande, con mi nombre, yo me siento orgulloso”, respondió. ¡Paz a su alma!