Gobernanza en tiempos de pandemia
Agradezco a la Universidad de Panamá y al Centro de Políticas Púbicas, por tener este espacio de reflexión para que se pueda intercambiar conocimiento, experiencia y las nuevas realidades de nuestro continente y el mundo.
Además, ahora de manera virtual, el poder tener estudiantes de todo el país, demanda mayor exigencia para lograr con éxito el resultado propuesto. ¿Qué está pasando?; ¿por qué el Estado no puede dar soluciones a las distintas demandas de la sociedad?; y ¿qué pasa con el mercado en nuestras sociedades?, tampoco puede por sí solo resolver los problemas.
La vida nos demostró que hay eventos que nos hacen tener otra perspectiva, la cual muchas veces no queremos ver, o sencillamente no interesa. Hoy más que nunca, las grandes enseñanzas que nos está dejando la pandemia, es comprender cuál es la realidad de cada país: la desigualdad, la exclusión, la multiculturalidad, el medio ambiente y la diversidad.
Actualmente, la población exige transparencia, más información y mayor descentralización. Paralelamente tenemos grandes retos que tratar: la desconfianza, la polarización, la desesperanza y las demandas insatisfechas; todo lo anterior requiere de liderazgos distintos: innovadores, compartidos y comprometidos.
La pandemia nos lleva a comprender lo frágil de nuestras instituciones, del sistema social, los sistemas de salud, la brecha digital en educación y la parte económica.
En la convivencia “obligatoria” en confinamiento se visibilizan las falencias en la protección a la familia, en particular a los menores, adolescentes y las mujeres. La violencia y hasta los abusos sexuales en el hogar, parecen ser más común de lo que “deseamos reconocer.”
Urge un proceso de diálogo, en donde los actores sean: sector público, privado y social, para dar soluciones a los problemas de las familias, entendiendo que son fundamentales las alianzas; donde se establezcan compromisos de apoyo mutuo.
Se requiere de concertaciones para temas fundamentales del país, entendiendo que estamos en momentos muy delicados, cuando no todos tienen legitimidad y aceptación social.
Hay que trabajar en colaboración, coordinación y buena comunicación; parece fácil, pero no lo es.
Hay que volver a lo básico: “El cambio no causa dolor, es la resistencia al cambio, el que lo causa.”
La vida nos demostró que hay eventos que nos hacen tener otra perspectiva, la cual muchas veces no queremos ver, o sencillamente no interesa.