Universidad, academia y torneo electoral
El término academia implica ente otras cosas la existencia de un grupo de expertos en algún área del conocimiento o saber científico. Esto quiere decir, la existencia de investigadores y expertos en el análisis y proyección de la ciencia en todos los ámbitos que la componen. De tal manera, que un académico es una persona cuyo comportamiento se desarrolla en perspectiva con su personalidad la cual está conformada por su carga genética, experiencia, conocimiento y sobre todo por los valores éticos y morales que posea, sin dejar de tomar en cuenta su inteligencia emocional y capacidad de resiliencia. Es decir, un académico debe constituirse en un modelo a seguir en la sociedad de la cual forma parte y para ello debe contar con una fortalecida salud social entendida como la imagen que la sociedad tiene con respecto a un ser humano.
El segundo aspecto que implica la academia lo constituye el lugar dentro del cual ésta se ejerce y uno de esos lugares es la estructura física conocida como universidad. Luego entonces podemos señalar que la universidad es la institución en la cual convergen los académicos para hacer ciencia efectiva. Es decir, que contribuya con la resolución de problemas sociales y pueda ir de la mano con el Estado como apoyo académico para un mejor desarrollo de la gestión pública y pueda advertirse la presencia de un Política Criminal que beneficie a todos los miembros, sin distinción de ninguna clase, de la sociedad. Esto nos conduce a señalar que el académico constituye la luz en el camino de vida de todo Estado y de la comunidad internacional de la cual éste forma parte.
Para lograr lo expuesto anteriormente es indispensable que los parámetros que rigen los torneos electorales universitarios en cuanto a la selección de sus autoridades desde la rectoría, pasando por los decanatos hasta llegar a las direcciones y coordinaciones cambien en su totalidad. Es importante que las autoridades respondan a un perfil académico que se refleja a través de su comporta
miento en las aulas de clases, en la presentación de ejecutorias dentro de las cuales debe encontrarse la elaboración de obras, artículos científicos, conferencias a nivel nacional e internacional, ser reconocidos como docentes en universidades internacionales de prestigio, gozar de reconocimiento y respeto en el foro. Además, algo que es fundamental, el ser realmente docente con formación académica que le acredite como tal, el simple conocimiento de la materia no le avala como verdadero docente.
Por último, el electorado no debe sentir temor de emitir su opinión con respecto a los candidatos, ya que a diferencia del torneo electoral a nivel de país en la cual se destaca la presencia de los partidos políticos, en la universidad el único partido que debe existir es la academia.
Recordemos lo que dijo Platón: “Podemos perdonar fácilmente a un niño que tiene miedo de la oscuridad; la verdadera tragedia de la vida es cuando los hombres tienen miedo de la luz”.
“Un académico debe constituirse en un modelo a seguir en la sociedad de la cual forma parte y para ello debe contar con una fortalecida salud social”.