Evadiendo la justicia
Ser responsable de sus actos, es parte fundamental del ser humano.
Es importante que todos reflexionemos, valoremos e interioricemos nuestro actuar cotidiano, es más fácil cuestionar los errores ajenos que mirar los propios; por eso es cierto cuando se dice que mientras mayor es el cargo que se ocupa en las organizaciones, en las empresas, en las comunidades y hasta en familia, mayor es la responsabilidad que se asume.
Luego de ser electo como administrador del país, se debería ser ejemplo para la Nación, sin embargo, lo que se observa hoy es una persona que sin importar a quien destruye en el camino, busca solo evadir la justicia.
Recordemos que los más pequeños, aprenden lo de su entorno y por ello, nos debe interesar la actitud y la conducta de cada miembro de su familia.
La naturaleza humana es proteger a los suyos, por ello es incomprensible, ¿cómo pudo el expresidente Martinelli involucrar en esa vorágine de supuestas irregularidades y hasta ilegalidades, a su familia?, Por más de seis años, hemos visto en medios nacionales e internacionales, como se busca evadir responsabilidades, por hechos que realizó cuando administró la Nación; con argumentos que van desde expresar que todo es persecución política, enfermedades ficticias y hasta decir que estaba pidiendo los santos oleos.
Esa actitud, ¡irrespeta a la ley, a la ciudadanía y así mismo!Solo se pide al expresidente Martinelli, que cumpla con los compromisos adquiridos a lo largo de su vida, sobre todo en las acciones públicas que tomó, entendiendo que tienen repercusiones tanto para sí, como para los que le rodean.
Es el momento de hacer un alto y recapacitar, para asumir las consecuencias de sus acciones; no puede ser que todos están equivocados y el expresidente tenga la razón absoluta.
Basta ya de “certificados médicos” de dudosa procedencia, le toca ser representado por un Defensor Público.
Señor Martinelli, reflexione en solitario, apartado de los que aparentemente no le dejan ver la situación real que hoy afronta. EXCANDIDATA PRESIDENCIAL POR EL PRD
Respóndase a usted mismo, ¿valió la pena, toda esta historia?, usted decide como desea que se le recuerde.