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Apesar de que la economía panameña está golpeada, 66 mil 421 personas, entre naturales y jurídicas, emitieron un aviso de operación.
De este monto solo 20 mil 706 corresponden del 1 de enero al 20 de junio, de los cuales 15 mil 968 avisos fueron a persona natural.
Según datos el Ministerio de Comercio e Industria (MICI), las actividades económicas que generaron la mayor cantidad de avisos durante el último año están las relacionadas al comercio al por menor, minisúper o abarroterías y los restaurantes.
Entre ellos está Yelina Fong, quien abrió una abarrotería en Arraiján luego de ser despedida a causa de la pandemia. “Invertí mi liquidación como lo hicieron cuatro de mis antiguos compañeros para poder sobrevivir, y gracias a Dios me ha ido bien y he podido darle el sustento a mis tres hijos”, expresó la madre.
Esta cifra es superior e incluso a los avisos cancelados. La entidad reportó que desde el 2020 a la fecha solo se cancelaron 26 mil 615, de estos solo 11 mil 538 corresponden a este año.
La tendencia ha sido a abrir más permisos de operaciones que cancelarlos. De acuerdo el viceministro de Comercio e Industrias de Panamá, Omar Montilla, esto se debe a que Panamá tiene una pronta recuperación económica en algunos sectores y se ven los emprendedores abriendo sus avisos de operaciones en áreas de servicios como los restaurantes con terrazas, también en el sector primario, y además hay más ciudadanos que están apostando a la siembra de productos y al comercio electrónicos.
Montilla reconoció que el temor de muchos empresarios es que decreten una cuarentena total, pero aclaró que como Gobierno Nacional es muy difícil hablar de un cierre, “lo que se está haciendo en la Mesa de Salud es ir controlando los clúster y donde hay brote hacerlo por sector y distrito”.
El economista René Bracho aseguró que el incremento en los trámites de avisos evidencia la actitud voluntariosa con la que la población está enfrentando la recesión de la economía.
“Esta actitud es positiva debido que el consumo sólo se financia con los ingresos derivados de la producción presente o futura (crédito). En consecuencia, si las personas están produciendo y prestando servicios de forma laboriosa esto les permitirá obtener algunos ingresos del mercado para sostener su consumo”, acotó.
Señaló que lo anterior ayuda a expandir la demanda efectiva y a consolidar la recuperación de la economía. Sin embargo, el rol de la banca es crucial para capitalizar las inversiones inherentes a estas iniciativas de generación de ingresos.
René Quevedo, es especialista en temas laborales, aclaró que el aumento en el número de avisos de operación confirma la creciente tendencia hacia el emprendimiento en el país.
En la última década (2010-2020), 92 de cada 100 empleos creados fueron informales. 93% de estos informales son trabajadores independientes, patronos con menos de 5 trabajadores y trabajadores familiares.
Quevedo enfatizó que el sector privado perdió 327 mil empleos asalariados en el 2020, 37% de sus empleos formales. “Estamos ante el peor episodio de destrucción masiva de empleo formal”.
Si las personas están produciendo y prestando servicios de forma laboriosa esto les permitirá obtener algunos ingresos del mercado para sostener su consumo”, plantea René Quevedo.