¿Quién paga los rescates?
Buscando temas para escribirles sobre algo interesante leí en Twitter el post de una persona que se quejaba de la “inacción de las organizaciones” de rescate animal pues tenía 24 horas reportando el caso de un perro encadenado bajo el sol y pensé “que tipa tan cómoda”.
Es muy fácil criticar el trabajo de otros cuando estamos muy bien sentados en nuestra casa u oficina juzgando lo que hacen los demás. El rescate y la rehabilitación de un animalito que estuvo abandonado o que fue objeto de maltrato debería ser responsabilidad de las autoridades, pero poco les importa y poyan “a veces”; excusas hay muchas, algunas válidas, otras no.
Con muy pocas excepciones las llamadas organizaciones de rescate son solo un grupo pequeño de amigas que trabajan de 8 a 5 y que se apoyan entre sí. Casi no hay hombres, me imagino que esto se debe a que ellos no tienen desarrollado el instinto maternal de protección. Generalmente los rescatistas cubren los gastos de cada rescate con su propio dinero y con los aportes que logran conseguir entre su familia, amistades y compañeros de trabajo como hago yo.
Es importante que todo el mundo sepa que, legalmente, un particular o fundación u organización no pueden “decomisar” la mascota de alguien, aunque sea evidente el maltrato. Muchas veces hay que convencer al dueño del animalito que lo entregue y esto a veces no se logra.
Si no tiene tiempo para ayudar o no le nace asumir esa tarea en vez de criticar puede pagar las cuentas del veterinario.
Todos podemos hacer la diferencia.