Lo que hemos olvidado

Hace unos días fui a “la especializada” y al salir detrás de mi venía un taxi pita que pita de forma insistente; cuando pasa a mi lado bajo la ventana y le digo “señor, recuerde que no se puede pitar cerca de los hospitales” y lo que recibí de vuelta fueron insultos. El tiempo en el cual el varón protegía a su familia y caminaba a la orilla de la acera permitiendo que mujeres, niños y ancianos estuvieran lejos de los peligros del borde de la calle también pasó y es que ahora ni por galantería el hombre camina del lado de la calle, es como ¡sálvese quien pueda!

Estas son algunas actitudes positivas que se han olvidado. Muchas de estas buenas costumbres, que aprendí en casa con mis papas y abuelos, eran reforzadas en la escuela con las clases de Cívica y Educación para el Hogar, materias que creo ya ni existen.

¿Cuándo fue la última vez que Usted estando frente al asta de una bandera detuvo su camino y guardó silencio como forma de respeto mientras la izaban o la arriaban? Seguramente ni recuerda, nunca lo hizo, o peor, ni siquiera sabía que eso se hacía, pues hasta hace unos años los peatones se quedaban quietos, algunos, voluntariamente, hacían el saludo a la bandera como respeto; los carros detenían su marcha y todos guardaban silencio durante el proceso, a toque de un silbato o corneta que indicaba el comienzo y el final de tan solemne acto.

Las buenas costumbres no están de moda.

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