UN ‘TEAM’GANADOR
Dioselina González y su hijo Ansony Frías pasaron momentos difíciles y de mucho temor , pero al final la vida les regaló otra oportunidad
La vida muchas veces nos pone pruebas para hacernos fuertes, crecer emocionalmente y valorar ese privilegio que nos ha dado el creador.
Esta es la historia de la señora Dioselina González, mamá de Ansony Frías, delantero del Sporting SM, líder de la Conferencia del Este, del Apertura 2022 de la Liga Panameña de Fútbol.
En septiembre del año pasado, la oriunda de Las Tablas, Los Santos, fue diagnosticada con cáncer de mama y gracias al autoexamen y un resultado a tiempo pudo vencer esta enfermedad.
Ambos nos abrieron la puerta de su hogar para contarnos como vivieron y ganaron esta lucha.
¿Cómo fue ese momento cuando la familia se entera de su diagnóstico?
“Para la familia no fue una situación tan agradable. Fue una noticia que no es grata para nadie, escuchar esa palabra es sinónimo de muchas cosas y fue terrible. Al principio, lo manejamos solo mi esposo mi hermana y yo. El cáncer estaba muy a tiempo. Cuando me hicieron la cirugía, luego de la patología, se pudo detectar que eso estaba localizado y no había afectaciones a nivel de ganglios. Luego de la cirugía, cuando ya teníamos el diagnóstico completo, entonces procedimos a decírselo a nuestros hijos. Fue muy difícil para mí, no se los dije yo, se los dijo mi esposo”.
¿Cómo lo tomó Ansony?
“No fue fácil para él. Lloraron muchísimo, tanto él como su hermano (Abel Frías), que está en el colegio. Nosotros les explicamos que era un tema que estaba a tiempo y de que iba pasar por un proceso un poco difícil, pero que había mucha posibilidad de que yo podía salir de eso. Y que dejáramos todo en manos de Dios que va salir bien”.
¿Cómo hacía para estar con el tratamiento y al mismo tiempo apoyar a Ansony?
“Sacaba fuerzas. Una como madre hace lo que sea por sus hijos y, habían días que sentía que no podía conmigo misma, pero sacaba fuerzas para no demostrarle que me sentía un poco mal y lo apoyé siempre con su tema del fútbol. En la temporada pasada estaban en la final de la Liga Prom (con Alianza) y yo pude ir a la final. Ahí estaba apoyándolo como él lo hacía conmigo”.
¿Le llegó afectar en su rendimiento en las canchas?
“Pienso que sí, aunque él me decía que no. siempre se quedaba cayado y ahora que terminé el tratamiento es que ha venido a ser el mismo de siempre; estar contento y compartir más con sus amigos”.
¿Qué experiencia ha dejado en la familia?
“La experiencia más grande que hemos tenido es la unión familiar. El apoyo de uno con el otro ha sido crucial para que yo pudiese salir adelante y poder sobrellevar esta situación”.
El amor de un hijo
Sí, para quien vive esta situación es difícil, para un hijo quien ve en sus padres un protector y ver a su mamá tan frágil por esa enfermedad, nos derrumba emocionalmente y nos desvía de nuestro sueño.
Ansony venía de ser campeón de la Liga Prom con el Alianza FC, cuando se enteró, su mundo prácticamente se le derrumbó.
¿Cómo viviste ese momento?
“Cuando me enteré estaba en mi mejor momento en la LPF, había metido dos goles seguidos a Plaza Amador y a Chiriquí y la siguiente semana me dicen lo que estaba pasando. Me afectó mucho en mi rendimiento futbolístico y hasta hace poco me he sentido mejor, porque empecé a ver la mejoría en mi mamá”.
¿Cómo hacías para enfocarte en el fútbol?
Hacía lo posible pero siempre venían recuerdos y lo primero que uno piensa es: Mi mamá; mi familia. En los partidos trataba de no pensar en nada, pero como uno ya está acostumbrado a mirar las gradas y siempre ahí estaba mi mamá y la temporada pasada no pudo asistir, me venían recuerdos y me desenfocaba en los partidos”.
¿Cómo apoyabas a tu mamá?
Con mis padres tengo una relación muy buena, a pesar de ser mis padres los considero mis mejores amigos. Los mejor que pude llevarlo con ella fue diciéndole chistes con el cabello. Primero se lo corto hasta los hombros y le dije que se parecía a Dora la Exploradora, ¡ja ja ja!. Después se lo cortó bajito como hombre y le decía que se parecía a una profesora de historia cuando se ponía los lentes. Trataba de que no pensara en eso y que estuviera feliz”.
¿En algún momento llegaste a sentir temor?
“Sentí mucho miedo, mucho miedo cuando me lo dijeron. Después cuando me explicaron como era todo, el miedo fue desapareciendo y solo tuve fe que todo iba a salir bien”.
¿Sientes una admiración especial por lo guerrera que es?
“Siempre la he admirado y siempre la veo como un ejemplo a seguir por todo lo que hecho a lo largo de su vida y siempre voy a estar orgulloso de ella”.
¿Te ha motivado más está experiencia?
“Me ha impulsado más en lo que yo quiero. Quiero darle muchas cosas, quiero darle todo lo que ella me ha dado y quiero triunfar en el fútbol; jugar en Europa. Cumplir mi sueño y el sueño de ella que es verme jugar en uno de esos clubes importantes”.
¿Dónde te gustaría jugar?
“Clubes hay muchos, pero en el Barcelona me gustaría estar. Sé que tengo el potencial para llegar a ese nivel y a esas ligas tan importante”.
¿Y la Selección de Panamá?
“El año pasado el profesor Thomas Christiansen me llamó para los microciclos que fueron en septiembre y noviembre y este año el profesor (David) Doniga me ha llamado a todos los microciclos de sub-23”.
¿Te visualizas vistiendo la camiseta nacional como jugador?
“Tuve a punto de tener esa oportunidad en enero cuando fueron a jugar con Perú, me hacen el llamado para ese partido pero tenía que ir a hacer un prueba con en equipo en Europa, al final no se llegó a un acuerdo con mi agente y me tocó regresar”.