Compra de conciencias: ingresos mineros al IVM

En este mundo actual pareciera que todo se compra y todo se vende. Por ello, Saramago señaló que los centros comerciales son las catedrales de nuestro tiempo porque los valores se adquieren allí.

En relación al anuncio realizado por el presidente de la República hace casi un mes, de destinar el 50% de los ingresos mineros al pago de las pensiones de los jubilados, la dirigente feminista Elia López de Tulipano indicó: “Es irresponsable comprar la conciencia de un país, producto del desconocimiento de lo que se negocia en su nombre” (La Estrella de Panamá, 1/4/22).

En efecto, se trata de que de las regalías pactadas entre Minera Panamá y el Estado, el 50% vaya dirigido al Fondo de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) del Seguro Social; un 20%, al incremento de pensiones de jubilados que perciben menos de 350 balboas al mes; otro 25% para fideicomiso que financiaría proyectos de desarrollo en distritos donde se realiza la actividad minera, así como para becas para graduados de la Universidad de Panamá y la Universidad Tecnológica; y un 5% final para financiar el Instituto de Estudios para el Perfeccionamiento y Bienestar del Docente.

Con esto, el gobierno busca allanar el camino para la aprobación en la Asamblea Legislativa de dicho Contrato-Ley, “comprando conciencias”, como dice Tulipano: de jubilados y pensionados, de profesionales universitarios, de docentes, de las comunidades impactadas en su ecosistemas por la actividad minera, dada la oposición a la minería a cielo abierto, por parte de amplios sectores de la población panameña. Resulta triste que se juegue así con la desesperación de nuestros adultos mayores, dado el grave déficit del IVM o el bajísimo monto de sus pensiones, sin que se haya planteado el impacto técnico actuarial y alcance de los 190 millones de ingresos mineros en dicho Programa.

La minería a cielo abierto está prohibida en Costa Rica, El Salvador y Honduras, por los efectos adversos e irreparables al ambiente. En Panamá, la moratoria a la misma fue parte del Pacto del Bicentenario, dado el repudio nacional que ha concitado, tal como ocurrió recientemente cuando fue rechazado el estudio de impacto ambiental en la consulta pública para la reapertura de la Mina Remance en Veraguas, convocada por el Ministerio de Ambiente.

Saramago sentenció: “Si no hay una revolución de conciencias … la humanidad estará perdida”. ABOGADA Y DOCENTE UNIVERSITARIA