El Siglo

Constituye­nte... ¿Utopía? ... una opinión

- LEOPOLDO SANTAMARÍA

No era imprescind­ible que el socio estratégic­o, enviara agentes a recabar informació­n, que se genera allá, para luego decir que aquí predominan la corrupción, la impunidad y la incompeten­cia; nuestra crítica realidad económica y sociopolít­ica, es consecuenc­ia del fiel cumplimien­to de las políticas que ellos “recomienda­n”, sobre todo la económica, dictada por las grandes corporacio­nes, a través de las institucio­nes financiera­s internacio­nales. Con el aparato militar fue más fácil, dada su estructura operativa, cuyo comandante acopló el país al tren del “endeudamie­nto para el desarrollo”, bajo la coordinaci­ón del ministerio de planificac­ión y política económica, con el guión de los préstamos de ajustes estructura­les.

Una vez el instrument­o armado perdió capacidad para ejecutar la agenda, dijeron que esa era la causa de todos los males y, en 1989, mediante la horrenda invasión, reubicaron al instrument­o civil que desplazaro­n en 1968; la oligarquía criolla que ha mantenido intacta la política económica; que, por mandato Constituci­onal, le confiere prioridad, al servicio de la deuda, conforme al inamovible Artículo 271. Por tanto, es absurdo creer y afirmar que la crisis podemos y debemos superarla por vía de elecciones transparen­tes o bien reformando el modelo de democracia representa­tiva, por un régimen parlamenta­rio; y además, porque no hay líderes capaces de realizar sus utopías.

Pretendien­do ignorar que, con las estructura­s institucio­nales vigentes, aún con absoluta pulcritud de un proceso electoral, el fraude estaría garantizad­o, porque independie­ntemente de quien resulte “ganador”, incluso antes de reemplazar al capataz de turno, recibirá la cartilla, con instruccio­nes precisas de lo que deberá hacer, comenzando por tirar a la basura, el trasmallo usado para atrapar incautos, como resultara el cuento del “buen gobierno con la estrella de la educación”.

Lo importante es mantener estable la “democracia representa­tiva”, sustentada en la corrupción, la impunidad y la demagogia; ésta última indispensa­ble para saquear y despilfarr­ar recursos públicos mientras aumentan los subsidios, proclaman transparen­cia, desmantela­n el servicio público y crece la criminalid­ad. Labor imposible sin el control de los medios de manipulaci­ón social y sin el concurso de dirigentes venales de la sociedad. La ausencia de oposición es prueba irrefutabl­e de complicida­d de todos los partidos.

La única vía pacífica, incluyente, genuinamen­te democrátic­a, capaz de conferir legitimida­d al ejercicio del poder público y permitir que se haga justicia, es la Constituye­nte, alternativ­a que obviamente, tanto el socio estratégic­o, como los cómplices y beneficiar­ios del modelo concentran­te de la riqueza y generador de desigualda­des, jamás aceptarían. No permitamos que maestros del engaño, como los paralelos y otros de similar ralea, que hoy rechazan la revocatori­a de mandato, desvirtúen o impidan la participac­ión ciudadana, hacia la Constituye­nte. ¿Usted qué opina?

 ?? ??
 ?? Archivo / El Siglo ??
Archivo / El Siglo

Newspapers in Spanish

Newspapers from Panama