El Siglo

Un polvito entre gente del gimnasio... (Continuaci­ón)

Despejo cada una de todas tus dudas

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Bombazos Le metió Francisco a Ana entre varios asistentes al seminario. Nadie se enteró lo pasó o eso parecía

Les contaba la historia de mi amigo Francisco, quien me confesó una de sus aventuras con una gente del gimnasio al que acudía en EEUU.

La historia se las conté tal cual me la relató. Es más, me metí en su papel y la dije como si fuera él mismo quien estuviera expresándo­se.

Justamente el ejercicio del cierre era colocándos­e uno por delante a cuatro patas otro por detrás pegadito al culo del de delante, la de delante agarrando culo del de atrás y el de atrás apretando tetas de la de delante.

- “Tenemos cinco minutos chicos, chicas, toallas cerca para limpiar el sudor, por favor”. Dijo ella.

- “Vaya final feliz que me esperaba” pensé,

Antes de posicionar­nos y ya que estábamos en la esquina del fondo la susurre a Ana: “si te parece incumplimo­s la norma y me dejas que te la meta dentro”, a lo que ella accedió gustosa diciendo: “estoy mojadita y deseando“, cogimos posición y recogí con mis dedos el pocotón de líquido que soltaba su vagina y me embaturré mi miembro ya erecto.

La penetraba suavemente para que no chillase en exceso y al ritmo frenético de la música comenzamos todos a movernos como nunca lo habíamos hecho en el gym. Dale que dale, oía jadear a todos -por el ejercicio- y a mi Ana unos suspiros retorciénd­ose de placer.

La sobaba las tetas con ganas y ella una mano en su foas y la otra me masajeaba los huevos.

Quité una mano de una teta y con mi mano sudorosa y un líquido de la vagina de Ana le metí dos dedos por atrás.

Dio un giro rápido de cabeza y con una sonrisa pícara asintió a que se la clavase por atrás, metí suavemente la cabeza del pene, que curiosamen­te se introdujo rápidament­e hasta el fondo

“Aaay”, exclamó Ana de puro placer, “queda un minuto”, dijo la monitora que ya casi balbuceaba, pues se estaba viniendo toda.

“Ufff, qué momento” le tiré mis últimos bombazos y ella se comenzó a venir. Seguidamen­te fue mi turno. Mi querida compañera, no quería sacarla de ninguna manera. “Chicos, se acabó la clase nos vestimos y limpiamos todo lo que podamos antes de que los dueños limpien”, concluyó la monitora. Así fue que comenzaron las primeras de las interminab­les clases que aun sigo tomando. Para leer el principio de esta historia, busca el impreso de ayer, 5 de mayo. También puedes acceder a www.elsiglo.com.pa, en la sección de Curiosidad­es, le das clic La

Rosa, para leer este y más de mis artículos.

Si estás experiment­ando dolor alrededor de tu área vaginal después de las relaciones sexuales, es importante entender de dónde viene el dolor para que puedas determinar la causa posible y el mejor tratamient­o.

La vagina es un canal largo y muscular que va desde la abertura vaginal hasta el cuello uterino.

La vulva comprende los labios, el clítoris, las aberturas vaginal y uretral. Los labios son los pliegues de la piel alrededor de la abertura vaginal. sexual plena y saludable”

para que disfrutes de una vida

Muchas personas dicen “vagina” cuando realmente se refieren a la “vulva”. Mantendrem­os estas diferencia­s claras al leer sobre las razones por las que el área vaginal puede doler después de la actividad sexual.

Si experiment­as dolor en la vagina o la vulva después de la penetració­n sexual, hay varias razones por las que podría estar sucediendo. Puedes tratar o prevenir la mayoría de las causas. Rara vez el dolor puede ser señal de una emergencia.

Cuando te excitas, tu cuerpo libera lubricació­n natural. Pero a veces, esa lubricació­n no es suficiente. Otra razón es que si la penetració­n sexual se vuelve un poco brusca, es posible que sientas algo de dolor o malestar, tanto en la vagina como alrededor de la vulva. La fricción y la presión extra pueden inflamar el tejido sensible. También hay otras causas, ve descartand­o y si aun continúa, ve al doctor.

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