La silla del presidente
Panamá ha tenido 48 presidentes desde nuestro nacimiento como República hasta la actualidad, y no quiero en este momento irme un poco más atrás para referirme a nuestra turbulenta historia antes del nacimiento como nación.Los actos, que nos brindaron nuestra independencia, fueron desarrollados en medio de muchos escenarios clandestinos, por temor a las consecuencias que podrían ocasionar dichos acontecimientos en aquella época.
Lo cierto fue que luego de ello, nos han permitido florecer como una nación llenas de oportunidades para nacionales y extranjeros que han visto en el Istmo panameño la posibilidad de crecer y establecer sus hogares.
Estos primero pasos se dieron con la construcción del Canal de Panamá, donde se inició todo un proceso de inmigración de ciudadanos de diversas nacionalidades, convirtiéndonos en una vitrina internacional.
Ahora en esta coyuntura, muchos años después nuestra sociedad buscará al líder número 49 que tendrá la gran responsabilidad rectificar, los desaciertos y las promesas incumplidas de quienes les precedieron en el Solio Presidencial.
Ya se están dando las primeras escaramuzas en ese sentido, y aunque aún no se ve a un individuo que llegue a consolidar ese liderazgo, las candidaturas independientes parece ser una vía que algunos pretenden experimentar para convertirse en el Presidente número 49 de la República de Panamá.
Unos que quieren llegar, otros que quieren repetir, y finalmente otros que quieren volver es lo que veremos de ahora en adelante.Pero la realidad que debemos ir asimilando, es que nuestro país deberá ir considerando prontamente la figura de la segunda vuelta electoral, con el fin de quien resulte electo tenga la representatividad de los ciudadanos.
El mecanismo vigente, permite que quien salga más votado obtenga el triunfo electoral. Pero en muchos de los casos ese mecanismo no significa que quien sea elegido, sea la mejor opción para el país.La silla presidencial es y será por siempre el lugar más importante, ya que desde ella se han tomado y se tomaran las decisiones más importantes que pueden cambiar el rumbo de un país o dejarlo en bancarrota.
Ser Presidente de un país, trae consigo un gran reto que muchos quizás lo desconocen, y es que luego de un mandato los libros de historia mantendrán frescas y perpetuas tus actuaciones y omisiones, y las futuras generaciones las aplaudirán o criticaran por siempre. Es por ello, que un mandatario debe gobernar cada día como si fuera el último día de su vida o el último día de su mandato.