EL PRD con la mirada en el 2024
Después de varios meses de proselitismo interno, ayer domingo el Congreso de Delegados de PRD escogió su nueva Junta Directiva, la que presenta a Benicio y a De León como sus máximos dirigentes. Como suele ocurrir en estos eventos, quedaron muchas “caras largas” por la derrota, en cambio en otras se desbordaba la alegría por el triunfo.
Si se hubiera tratado de una confrontación entre izquierdas y derechas; de cristianos contra ateos, o de liberales contra conservadores, habría resultado más sencilla realizar una evaluación política sobre los resultados del Congreso.
Es que como el espacio que ocupan dentro de la burocracia, interpretaba como una lucha entre “la ola” del Ejecutivo versus “la ola” del Legislativo, solo en el fantasma de las elecciones se puede encontrar algunas respuestas y explicaciones.
Para empezar, habrá que concluir que el Congreso cumplió con todos los requisitos y formalidades electorales, de modo que no puede cuestionarse la legitimidad del Congreso, ni los resultado obtenidos.
Sin embargo, en lo político nos surgen fuertes interrogantes, pues no será tarea fácil transmitirle a las bases la euforia electoral pasada, a colosal tarea de reactivación de las estructuras nacionales y territoriales, poniéndose a prueba sus capacidades dirigenciales. Esto es fundamental pues sólo así pudiéramos ampliar las posibilidades de triunfo del PRD en el 2024.
Son muchos los que esperan que el nuevo CEN logre un acercamiento real con Nito, sin ignorar que el tiempo corre en contra. Hay promesas de campaña incumplidas y otras que esperan ser cumplidas, que de no ser honradas, amenazan con complicar el despegue de la esperada reestructuración integral.
Nadie nos ha pedido consejo, pero les recomiendo humildad a los ganadores. En estos momentos el aporte de todos es valioso, porque sería contraproducente dar pie “al pase de facturas” en contra los que les adversaron.
Sería yo un iluso, si pensara que “las roscas” desaparecerán Tienen a su favor que han desparecido las restricciones de cuarentena, así que nada les impide acercarse a las bases, sin importar que les apoyaran o no. Sería fatal revivir la experiencia de andar a la deriva, cuando faltan 24 meses para las próximas elecciones generales.