El caos está en marcha
Para nadie es desconocido que Panamá no anda bien. Que no estemos como Perú en el último mes, o como Francia la última semana, no quiere decir que el país esté bien.
Ya venimos arrastrando infinidad de problemas muy serios. El programa de Invalidez, Vejez y Muerte del Seguro Social; el atraco de Minera, el atraco de los puertos, ya clavo pasado, el endeudamiento astronómico, el desempleo y sub empleo, la economía que, a pesar de que se ha recuperado en números, esa recuperación está marcando por las empresas extranjeras, concesionarias de servicios y minas que sacan divisas del país y, para coronar todo, su majestad la corrupción.
Con esas cargas no se augura bueno el 2023 y peor, porque las fanfarrias de la politiquería están sonando, donde no hay partido ni sus directivos que generen esperanzas. Veamos el PRD, con dos aspirantes sin mayor bagaje haciendo campaña a lo interno y otra por libre postulación, se les aparece el hijo del dictador, que critica, de la a “A” la “Z”, prácticamente todas las formas y fondos del ejercicio interno y como partido gobernante. Está el partido Panameñista con la obstinación de su presidente que ha controlado tanto que 3 de sus miembros se fueron a postular para presidente por la libre. El Cambio Democrático dividido, con facción oligárquica y facción martinelista, que por esta condición, ganará a punta de plata lo que queda del CD. Y el gemelo de CD el Rescatando Metas del padre de los delincuentes confesos que como el Tribunal de los chanchullos electorales se alele, porque a como dé lugar parece, siguiendo instrucciones del poder constituido, no querer que RM corra, lo que presagia que el caos será de antología. Los otros partidos serán bisagra pero como todos, altamente clientelistas, a excepción del partido Otro Camino, que puede considerarse el más sano pero con un manejo caudillista, sin que su líder sea caudillo, poco podrá hacer ante el embate de los tiburones.
Hay libre postulados que podrían ser una esperanza pero, entretenidos con recoger firmas, poco atinan a conformar unidad. Y sin unidad en programa y con candidatos únicos, unidos con potables de los partidos, que los hay, la tradicional politiquería clientelista barrerá y tendremos, por un tiempo, más de lo mismo.
Hay libre postulados que podrían ser una esperanza pero, entretenidos con recoger firmas, poco atinan