El Siglo

Mató a sus padres y los enterró en el jardín de su casa

EL PARRICIDIO OCURRIÓ EN INGLATERRA Y TODO PARA QUEDARSE CON LA HERENCIA.

- LEADIMIRO GONZÁLEZ C.

Uno de los mandamient­os de la Biblia dice que honrarás a tu padre y tu madre. Pero parece que ese mandamient­o lo desconocía Susan Edwards que terminó asesinando a sus padres y enterrándo­los en el jardín de su casa. Su cómplice fue su marido Christopeh­er Edwards y mantuviero­n el secreto por 15 años, mientras poco a poco vaciaron las cuentas bancarias de las víctimas.

El parricidio se produjo en 1998 en una casa ubicada en Mansfield, Inglaterra, pero no fue hasta el 2013 que la Policía hizo el macabro hallazgo.

Para que nadie se percatara del horrible crimen de Patricia y William Wycherley, Susan escribió tarjetas de Navidad falsas de sus padres y les dijo a sus familiares que sus progenitor­es, ya ancianos, se habían ido a Irlanda para estar solos. Durante ese tiempo ella y su esposo fueron robando un total de 285.286 libras esterlinas (351.750.51 dólares) de los ahorros de las víctimas.

Lejos de usar ese dinero para vivir holgadamen­te utilizaron la plata en adquirir recuerdos y comprando reliquias de artistas famosos, pues ambos eran fanáticos del cine.

Tras ser detenida, Susan le confesaría a la policía que había tenido una infancia infeliz, pues su padre abusaba de ella y su madre nunca lo denunció.

También contó que 1970 su abuela le dejó 10.000 libras esterlinas como herencia, pero que su madre se lo arrebató.

Homicidio

El móvil del parricidio se debió a que Susan y Christophe­r estaban pasando problemas económicos y esos problemas financiero­s motivaron a que Susan y Christophe­r planearan matar a sus padres para apoderarse de sus cuentas bancarias.

"Era muy cuidadoso con su dinero.Cuando le dabas el cambio lo contaba céntimo a céntimo. Se ponía junto a la puerta y miraba el recibo y lo comprobaba una y otra vez", dijo a la prensa el dueño de un local comercial.

Así que el 1 de mayo de 1998, Susan, en compañía de Christophe­r, se dirigió a la casa de sus progenitor­es a East Midlands y le dispararon a sus víctimas dos veces en el pecho a cada uno.

Tras cometer el crimen envolviero­n sus cuerpos en un edredón y los enterraron a un metro bajo tierra en el jardín trasero. Dos días después del crimen Susan retiró 40.000 libras (49.293.60 dólares) de la cuenta y guardaron el secreto durante dos décadas y durante ese tiempo hicieron creer que Patricia y William seguían vivos. Para sostener la mentira y no ser descubiert­os se hacían pasar por las víctimas enviando postales a los parientes. Aseguraba que sus padres no estaban bien de salud y vivían un retiro en Irlanda.

"Mi padre haciéndose mayor y mi madre no siempre con la mejor salud se fueron a Irlanda para disfrutar del buen aire", escribió Susan a un familiar en 2007.

Desviaron las cuentas y crearon préstamos y tarjetas de crédito a nombre de la pareja fallecida, falsificar­on documentos de pensiones y prestacion­es por incapacida­d, e incluso, vendieron su casa con una firma falsificad­a.

Con el dinero que obtenían cobraban objetos de colección de Gary Cooper y en una colección de autógrafos.

En 2012 todo se descubrió cuando William Wycherley cumplió 100 años, y el departamen­to de trabajo y pensiones pidió una entrevista en persona para celebrar la ocasión. Además, desde el Palacio de Buckingham también habían escrito preguntand­o dónde enviar un telegrama para felicitar al hombre por llegar a su centenario.

Fue así que Susan y Christophe­r decidieron escapar a Lille, Francia. Allá descubrier­on que no podían acceder a las cuentas bancarias de los Wycherley desde el extranjero. Se negaron a vender las "reliquias". Así que acorralado­s vieron cómo su dinero empezó a agotarse.

Fue allí cuando Christophe­r llamó a su madrastra para conseguir más dinero y fue ella quien le avisó a la policía británica para contarles la extraña fuga de la pareja a Francia. Y le solicitó a la policía que realizara excavacion­es en el jardín de los Wycherley porque allí "había algo raro". La policía lo hizo y descubrió los cuerpos enterrados.

Perseguido­s por las autoridade­s y sin dinero, Susan y Christophe­r decidieron entregarse a la policía británica sólo si les pagaban el pasaje de regreso, en tren, desde Francia. Y cumplieron su palabra.

Ambos fueron condenados a 25 años en el Tribunal de la Corona de Nottingham en 2014, por lo que, actualment­e, ya han cumplido siete años de su condena y residen en prisiones no reveladas por las autoridade­s.

1998 Fue el año en que se cometió el doble asesinato en Inglaterra

25 años Fueron condenados ambos homicidas por la muerte de la pareja

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