Momento a momento

Degustar un delicioso mango puede hacer esplendoroso un instante. También un rico café en compañía de una gran amiga. Son los instantes que llenan nuestra vida. Muchas veces no estamos viviendo el momento presente por estar enfocados en aquellos tiempos que todavía no han acontecido. Vivimos desconectados del presente, en destiempo. Si tomamos el café con la amiga, estamos pensando en la cena con los hijos, o en el problema que hubo en la oficina. El futuro no ha llegado y el pasado ya fue, y no le sacamos el jugo al mango o al café.

Es importante hacer una proyección de vida y organizar el tiempo para sacarle el mayor provecho posible. Es positivo tener sueños y esperanza en el futuro que queremos construir, y en el país en el que queremos vivir.

Cuando miramos atrás y hemos materializado un sueño ?como puede ser la culminación de una carrera?, vemos que son los pequeños recuerdos de nuestra época de estudiante los que llenan nuestro rostro de sonrisas.

Igual pasa con don Pasado. Ya ocurrió. Es bueno recordar de dónde venimos y las lecciones que nos dieron los tiempos vividos, pero como consejos de un amigo. No veamos el pasado como un verdugo que nos impide avanzar. Cuando el pasado nos muestra experiencias duras, trae implícita una lección de vida, aunque en el momento no la entendamos.

Si las experiencias pasadas traen buenos recuerdos, pueden ser el aliciente que nos ayude a pasar los malos momentos. Todo depende de la actitud con la que vivamos y los momentos que nos corresponda vivir, por la causa que sea.

Vivamos el momento conscientemente.