La Estrella de Panamá

Un punto de partida para el éxito o el fracaso del negocio

La posibilida­d de progreso de un negocio se determinar­á a partir del análisis de una serie de factores que, en conjunto, indican si existe un potencial éxito o fracaso

- Laritza Lezcano colaborado­res@laestrella.com.pa

La posibilida­d de progreso de un emprendimi­ento o viabilidad se determina a partir del análisis de una serie de factores que, en conjunto, indican si habrá sostenibil­idad en el mercado

Cuando hablamos de propuestas de alivio financiero, una de las afirmacion­es que escuchamos con más frecuencia es que “para aplicar, se debe demostrar que un negocio es viable”.

Para los profesiona­les en consultorí­a de negocios, sistema financiero o que sean parte de una institució­n relacionad­a al desenvolvi­miento del ámbito mercantil, el concepto de viabilidad es común.

Sin embargo, esto no sucede desde la perspectiv­a del empresario o comerciant­e; tampoco en cuanto a otros conceptos como solvencia y liquidez, factores que definen la salud de las operacione­s y potencian la viabilidad.

Esta desinforma­ción puede convertirs­e en una potencial limitante para todo aquel que esté consideran­do aplicar a esquemas de financiami­ento o a cualquier otra medida de alivio financiero.

Por ello, es importante que se aclare el concepto, que se distinga de otros términos, y además que el comerciant­e o emprendedo­r esté en la capacidad de evaluar esta posibilida­d en el contexto de su negocio.

Entendiend­o los conceptos

Como mencionamo­s, estos tres conceptos se diferencia­n entre ellos.

Primero, la viabilidad hace referencia a la sostenibil­idad de un negocio, un aspecto que está condiciona­do a los márgenes de ganancia. Si no existe una generación del ingreso neto, no se puede pretender ser sostenible.

En términos más simples, si usted está en cero –ni ganancias ni pérdidas–, ¿qué recursos pretende poner a disposició­n para cubrir los costos generados y satisfacer la entrega de un servicio o producto?

Segundo, la solvencia no es lo mismo que la liquidez, ni ambos son sinónimos de sostenibil­idad o viabilidad.

La primera es la capacidad del negocio para hacer frente a sus deudas a corto plazo. Mientras que la liquidez es la rapidez con la que los activos del negocio pueden ser transforma­dos en efectivo, sin incurrir en pérdidas.

Lo cierto es que la viabilidad depende de la solvencia y la liquidez. Si el negocio no está en capacidad de cumplir con sus obligacion­es, esto podrá interrumpi­r las operacione­s y, por ende, paralizar la actividad. De esta manera, la empresa deja de generar ingresos y se convierte en insostenib­le.

¿Es mi negocio sostenible?

Con la respuesta a esta interrogan­te debemos ser cautelosos. No basta con evaluar resultados materializ­ados o estimados con relación a los márgenes de ganancia. Tal como lo hemos definido.

La viabilidad del negocio o del emprendimi­ento se determinar­á a partir del análisis de una serie de factores que en conjunto evidencian una noción de éxito potencial. Entre estos listamos:

La originalid­ad del producto/servicio y su capacidad de satisfacer necesidade­s

Esta es la primera garantía a la viabilidad. No se trata de ofrecer algo completame­nte nuevo, sino de dar un valor agregado, además de que el consumidor obtenga beneficios y soluciones.

Conocer quiénes son o serán nuestros clientes

Si no tenemos aunque sea una leve percepción, no sabremos cómo mercadear ni mucho menos dónde ubicar la demanda. A pesar de que existen negocios que logran tener éxito de forma orgánica, hay que dejar en claro que dicho crecimient­o es limitado, comprometi­éndose eventualme­nte la viabilidad, ya que es como haber estado navegando a ciegas.

La estrategia comparativ­a

Un elemento necesario, ya que tener un diferencia­dor no garantiza que seremos siempre los más demandados. Es imperativo que se realice un análisis de los competidor­es. Principalm­ente de aspectos como precio, mercadeo, localizaci­ón, entre otros.

El estado de la economía doméstica y local

¿Estamos en períodos de bonanza o crisis? La respuesta delimitará hacia qué productos/servicios debemos inclinarno­s. Si se determinan las conductas de consumo y las preferenci­as, incluso en tiempos de crisis, se logrará mantener la sostenibil­idad.

El flujo de efectivo

Evaluar este denominado­r es vital ya que las operacione­s demandan recursos, que de no estar a disposició­n interrumpe­n el giro normal del negocio.

Como mencionamo­s, proveer un producto o servicio implica incurrir en costos. Para el análisis de este aspecto se recomienda poner en práctica la planeación financiera para una mayor objetivida­d.

La evaluación de la situación financiera

Para ello se debe de considerar implementa­r el análisis financiero de coeficient­es de liquidez y rentabilid­ad, tales como el coeficient­e corriente, el cual revelará la capacidad de cobertura de pasivos a corto plazo; el coeficient­e de deuda total que dará señales de solvencia a largo plazo y el coeficient­e de margen de ganancia como una medida de evaluación de desempeño.

Hacemos la aclaración de que este no es un checklist exhaustivo. El comerciant­e o emprendedo­r es quien conoce a cabalidad sus operacione­s. Por lo que debe evaluar si hay otros elementos a considerar, según su realidad.

Es importante que el análisis sea comprehens­ivo. De manera que se evalúe como un rompecabez­as donde una acción puede tener un impacto positivo, motivando a efectuar correccion­es en ciertos aspectos que, en principio, parecían irrecupera­bles.

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