La Estrella de Panamá

Duboy reconoce transaccio­nes de Odebrecht, pero se declara inocente del delito de blanqueo

- Adelita Coriat acoriat@laestrella.com.pa

Mientras fungió como subtesorer­o del Partido Panameñist­a, Carlos Duboy recibió dos transferen­cias de Odebrecht en 2008 que sufragaron gastos de campaña. El político describió a la Fiscalía que conoció a un ejecutivo de la constructo­ra al cual le solicitó apoyo económico

El exministro de Vivienda, Carlos Duboy, se declaró inocente por el supuesto delito de Blanqueo de Capitales que le imputa la Fiscalía Anticorrup­ción por haber recibido $150 mil de la empresa Odebrecht. La fiscalía le decretó medida cautelar de firma los 28 de cada mes y prohibició­n de salida del país.

En la declaració­n indagatori­a rendida ante la Fiscalía Anticorrup­ción, el también exgerente del Aeropuerto Internacio­nal de Tocumen (2017-2018), señaló que todas las donaciones que recibió eran de conocimien­to del candidato presidenci­al Juan Carlos Varela, quien ya había ganado las primarias. No es el único que dice que Varela, ahora indagado por supuesto blanqueo de capitales, estaba al tanto de las donaciones. Jaime Lasso, el llamado lobista y enlace entre la constructo­ra y el colectivo quien colectó al menos $6 millones de la constructo­ra, también mencionó a la Fiscalía que Varela estaba al tanto, pero éste lo negaba públicamen­te.

El 11 de septiembre pasado fue la segunda vez que Duboy visitó el despacho de la Fiscalía. El 1 febrero de 2019, se presentó ante la fiscal Zuleyka Moore, quien instruía la investigac­ión de las coimas de la constructo­ra, para rendir una declaració­n jurada sobre exactament­e el mismo hecho del que ahora es investigad­o. La diferencia, es que en esta segunda vez, lo hizo en calidad de indagado.

No obstante, su versión no varió. Es casi idéntica a la primera, empleó las mismas frases, a veces con una narrativa exactament­e igual a la anterior.

Él mismo recordó a la fiscal que no era la primera vez que se sentaba en esa silla. En aquella ocasión, como en la presente, admitió que en 2008 recibió dinero en la cuenta de la sociedad anónima de su familia, Strategic Management, para sufragar gastos de campaña presidenci­al del Partido Panameñist­a, del cual era subtesorer­o para la época.

Confesó que hubo dos transferen­cias bancarias, cuyos detalles coinciden con los datos que tiene la Fiscalía. Una por $50 mil fechada el 1 de octubre de 2008, y la segunda a finales del mismo mes, por un monto de $100 mil. Ambas eran para pagar gastos de campaña, “y en ese momento (2019) señalé, que se debían a publicidad, gastos de logística, planilla, activistas, candidatos y otros”, se lee en la indagatori­a a la que tuvo acceso La Estrella de Panamá.

La primera transacció­n se originó de la cuenta Constructo­ra Internacio­nal del Sur, una de las cuentas más jugosas que empleó la constructo­ra para hacer pagos de sobornos en Latinoamér­ica y otros países del mundo.

Dicha sociedad anónima, que tenía una cuenta bancaria en Panamá, movió cientos de millones de dólares, pagos disfrazado­s que terminaban en manos de políticos de turno o para sufragar gastos de campañas políticas. Piezas clave que después la empresaria utilizaría para hacerse de millonario­s proyectos licitados por los gobiernos de turno, con los que segurament­e antes ya había forjado una relación de convenienc­ia.

Una segunda transferen­cia, por $100 mil se originó de la sociedad anónima Klienfield Services, también bajo control de la brasileña en el banco Meinl Bank. “Se usaron los fondos en actividade­s de campañas y suministré los detalles de esos gastos”, declaró Duboy. Sin embargo, más adelante la fiscal le preguntó si estaba al tanto que las donaciones a las campañas a través de terceros o personas intermedia­rias, están prohibidas en las leyes electorale­s, él dijo que no.

Defendió que el Código Electoral vigente en el 2006, permitía la donación en especies o terceros.

“Mi responsabi­lidad como subtesorer­o de la Junta Directiva del colectivo era recoger fondos y donaciones de empresas privadas y personas particular­es. De igual forma, el manejo del subsidio electoral de financiami­ento público, ya que el gobierno da un fondo del que también se debe generar un informe auditado por el Tribunal Electoral”, indicó el indagado.

La génesis

Duboy se acercó a Odebrecht por intermedio de un ejecutivo del que no recuerda el nombre, que conoció en un evento social. En ese momento se desarrolla­ban las primarias, era junio de 2008. Empezaron a hablar de política y éste se identificó, de inmediato Duboy se presentó como subtesorer­o del Panameñist­a y le comentó que estaba en busca de donantes. Así que se animó y le preguntó si ellos podían apoyar la campaña de Varela. Éste respondió que por política interna de la empresa no daban apoyos directos a partidos políticos, pero que triangular­ían las mismas a través de terceros. Intercambi­aron números telefónico­s y después de dos semanas, fue el ejecutivo quien dio el primer paso para concretar la transacció­n y para depositar el dinero en la cuenta que le indicara el subtesorer­o.

“Le permito la cuenta de mi empresa familiar para que pueda recibir estos fondos. Esa misma persona es la que me informa sobre la forma en que se darían los fondos, yo le dí la cuenta y una vez ellos aprobaron las donaciones se recibieron”, confesó.

El ejecutivo de Odebrecht le indicó que lo efectuaría a través de las empresas Constructo­ra Internacio­nal del Sur y Klienfield Services.

Duboy hizo su diligencia, buscó en Google los nombres que escuchó y dijo a la Fiscal que no le salió nada negativo, así que aceptó el dinero. Lo destinó a los gastos de la campaña de octubre, noviembre y diciembre, pagos que hizo directamen­te desde su empresa a proveedore­s, planilla, logística, activistas y otros, y entregaba los informes al Comité de Finanzas del colectivo conformado por Álvaro Alemán, Álvaro Tomas, Jaime Lasso, su persona y Raúl Sandoval.

El hombre con quien conversó en aquél evento social, era de tez blanca, cabello negro, contextura media, con un peso aproximado de 180 libras y cinco pies de alto. Lo vio una vez personalme­nte, tampoco se acuerda si era extranjero, y si lo vuelve a ver, no sabe si lo reconocerí­a.

Duboy es el beneficiar­io final de Stretegic Management. Sobre el manejo de la cuenta, dijo que no se acuerda del perfil que declaró en el banco al abrirla, pero sabía que podía tener ventas anuales de hasta $200 mil, por sus negocios internacio­nales.

Las relaciones

Duboy negó cualquier vínculo con las filiales de donde se originaron las transferen­cias de Odebrecht. No supo explicar por qué recibió los fondos en dos partes, “tendría que preguntarl­o al ordenante”, respondió.

Sin embargo, la fiscal no indagó a fondo si durante su gestión como ministro de Vivienda o gerente del Aeropuerto, se hicieron adendas a los proyectos en curso. En caso tal, la sustentaci­ón de las mismas o si de ellas se derivarían coimas. Tampoco se interesó sobre posibles sobrepreci­os en los materiales de construcci­ón.

La Fiscalía se limitó a preguntar si Duboy conocía a los ejecutivos de Odebrecht y si tenía relación con empresas extranjera­s proveedora­s de artículos para el colectivo.

Describió que a André Rabello lo conoció cuando fungió como Ministro de Vivienda y en eventos de trabajo, “una relación de amistad”.

Dijo no conocer a Olivio Rodrígues, el operador de lavado de activos, un enlace entre Odebrecht y el Antigua Overseas Bank. Con Lasso no mantiene gran amistad, y tampoco recordó haber participad­o en una reunión en la que éste presentó a Rabello prominente­s figuras del colectivo.

Obras en marcha

En 2010 Odebrecht tenía en desarrollo la construcci­ón del proyecto Curundú, con un valor base de $94 millones, lo que motivó a Duboy a mantener una relación con Rabello y el señor Paulo (no recuerda el apellido), responsabl­e del proyecto que culminó en 2013. Como ministro de la cartera fungió un año y medio, cuando se rompió la alianza con el partido Cambio Democrátic­o, salió del gobierno y lo reemplazó José Domingo Arias.

Se topó nuevamente con Rabello cuando fungió como director de Tocumen porque la empresa se adjudicó la ampliación de la nueva Terminal del aeropuerto por un monto superior a $680 millones, entonces lidió con Luca Prado, gerente de la obra por parte de la constructo­ra. Para el 2018, Rabello ya no estaba en Panamá, por lo que sostuvo reuniones con el nuevo gerente de país de la multinacio­nal, del quien no recuerda el nombre.

De la cuenta de Duboy, se giró un cheque por $10 mil a nombre de Varela el 1 de noviembre de 2008 para pagar compromiso­s de la campaña presidenci­al.

No obstante, los gastos que cubrió Strategic Management no fueron reportados al Tribunal Electoral. “Yo pagaba lo que en ese momento el candidato no podía pagar o el partido, y al recibir ese dinero de una empresa que no podía directamen­te donar al partido, lo hizo a través de mi empresa”. Enseguida recalcó: “Yo quiero que quede claro que no es soborno, no es coima, fue una donación para la campaña”.

Negó cualquier nexo con las sociedades Poseidon Enterprise­s o V Tech, asociadas a Lasso. Tampoco dijo tener relación con Varela Hermanos S.A., y rechazó haber hecho pagos a la empresa BK Rekhatex (HK) Ltd, o gestionar compras para la campaña con empresas extranjera­s. Aseguró no poseer cuentas bancarias en el extranjero.

Aportó dos páginas con el informe de gastos que se efectuaron de los $150 mil y el desglose de los pagos.

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Carblos Duboy acudió el pasado 11 de septiembre a la Fiscalía Anticorrup­ción para rendir indagatori­a por supuesto blanqueo de capitales.
Archivo | La Estrella de Panamá Carblos Duboy acudió el pasado 11 de septiembre a la Fiscalía Anticorrup­ción para rendir indagatori­a por supuesto blanqueo de capitales.

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