La pareja en la empresa familiar: uno solo, llega rápido; acompañado, llega lejos

En la actualidad muchas, sino la mayoría, de las parejas comparten responsabilidades cuando empiezan una empresa familiar

Después de mis conferencias, al iniciar la retroalimentación con los asistentes, a veces me dicen: “Soy emprendedor, jamás tendré una empresa familiar”. Siempre les respondo que el día que integres a tu novio o novia al negocio, ya se habrá convertido en una empresa familiar, y ambos serán como una espada para enfrentar los aciertos de la vida, uno el mango y otro el filo, en equipo.

En la actualidad muchas, sino la mayoría de las parejas, comparten responsabilidades cuando inician una empresa familiar. Yo crecí en una familia donde mi mamá y mi papá compartían labores; lo grueso del trabajo correspondía a mi madre, ya que era ama de casa y trabajaba en el negocio. Algunas parejas desarrollan su propio estilo, a través del proceso diario de limar asperezas y conflictos.

Si una pareja encuentra grandes diferencias es bueno que se siente a pensar en un solo estilo que beneficie a ambos; con humildad te doy estos consejos basados en mi experiencia, para ayudar a otras empresas familiares.

1. Acordar horarios para hablar de trabajo.

Escojan un momento en que estén libres para concentrase en los temas que vayan a abordar.

2. Establecer áreas de desacuerdo o indecisión y anotarlas, por ejemplo: “Tú me criticas siempre”. Una respuesta puede ser: “Lo sé y te pido disculpas. ¿De qué manera puedo hacer que no lo veas como regaño?”. Anotar todo lo hace más neutral y obliga a aclarar las situaciones.

3. Hablen de necesidades y no deseos. Todos pretendemos hacer las cosas como queremos, pero es bueno buscar consenso.

4. Oblíguense a proponer soluciones juntos, y fortalezas de los puntos discutidos. Esto les hará ver cuántas cosas más los unen en contraposición de las que los separan.

5. Mide, y haz seguimiento para evaluar cómo va el plan. El proceso natural de la vida como hijos es dejar algún día a nuestros padres y unirnos a nuestros cónyuges. ¿Sabes lo que significa “unirse”? Significa adherirse, pero también aprender a separar.

Si un matrimonio va a ser real, los cónyuges tienen que separarse de sus padres y de sus hogares para adherirse uno al otro, estableciendo su propia familia; es importante separar los problemas de la empresa familiar, ya que la idea es que la empresa venga de la familia, y no al revés.