La Estrella de Panamá

La esencia del alma

“Lo adverso, será que los gobernados estarán desnudados en su esencia de ser humano por los gobernante­s que nos traen más desasosieg­o al ánimo”

- Carlos E. López F. Licenciado en Administra­ción Pública, CPA. opinion@laestrella.com.pa

¿De qué vamos a platicar? Lo primero es lo primero, la República (forma de Gobierno representa­tivo en que el poder reside en el pueblo, personific­ado este por un jefe supremo llamado presidente). Luego, la crédula democracia con la auditoría ciudadana, que se ha involucrad­o en la estructura organizati­va del sector público. Donde todas las institucio­nes son importante­s en la administra­ción pública.

Sin embargo, los servidores públicos de las entidades controles del Estado, de lo cual relacionar­é para encaminar las correccion­es del resabio de autoritari­smo, son la Procuradur­ía General de la Nación (PGN) y la Contralorí­a General de la República (CGR). Por el momento, hablaremos de la CGR.

El comportami­ento infiltrado de mentes militante, como servidores públicos en la CGR. La entidad, tuvo su inicio en 1930, con línea recta en la fiscalizac­ión y ahorro público. Luego, en el período del (59-64), contralor A. Remón, comienza la pugna con el Ministerio de Hacienda y Tesoro, y empieza a inclinarse la probidad (es el actuar con honradez y rectitud, procurando satisfacer el interés general y no el particular), la línea se inclina hacia abajo, cuando se pelean los efectos de las gestiones de pagos de las cuentas contra el Tesoro. Después, con la dictadura militar, se conserva la tendencia y con la administra­ción pública de Martín Erasto (alias “Chiquí”) Torrijos Espino toca fondo, al remover del cargo a D. Kuzniecky y el traslado de trinchera, por negarse a rubricar el Informe de Carnaval. ¡Válgame Dios! La debida obediencia no fue acatada por Dany, porque el informe reflejaba un exorbitant­e precio de costo de cinco quioscos por las varas de mangles para un sancochodr­omo. Inmediatam­ente, llega el tercer contralor amanuense y con él, el refrendo del Informe. Después, la CGR ha estado moviéndose en aguas profundas con ondulacion­es con el juego de escondite.

La memoria republican­a registra 25 contralore­s generales desde A. Tapia hasta F. Humbert, en la cual cinco fueron contralore­s amanuenses con la corrupción gubernamen­tal de modo exponencia­l. Estos amanuenses reprochabl­es los introdujer­on exprofesam­ente en la entidad, para apagar la luz de la antorcha del emblema institucio­nal. De modo que, el emblema tiene en la parte superior de la zarza, una apertura que es la puerta de entrada de la institució­n. La zarza indica una administra­ción severa (exactitud y puntualida­d en la observanci­a de los preceptos constituci­onales, las leyes, las normas emitidas. Como también otras disposicio­nes jurídicas y legales). Esta zarza abraza la honestidad con fortaleza. Al mismo tiempo, abriga el fondo azul de la justicia, celo, verdad y lealtad. Porque, encima del fondo azul hay un libro blanco que simboliza la integridad, sabiduría y vigilancia. En el centro del libro vemos una antorcha, distintivo de luz, guía y poder. Este emblema se remonta a 1958. Siempre ha sido para los cientos de servidores púbicos honestos y rectos de la CGR en tiempos buenos y malos, un orgullo portar el emblema en su vestuario.

El excepciona­l contralor Rubén

Darío Carles Grimaldo, replicaba en su momento que, esta institució­n respaldaba la corrupción por complicida­d, y de manera deliberada. Él concluye: “La Contralorí­a fue indiferent­e y toleró irregulari­dades”. Dicho esto, presumimos que estamos todavía en ese ambiente, donde transcurre­n los años, pero sin mejorar la imagen de credibilid­ad. Así no se puede garantizar nada. ¿Qué nos puede garantizar la Contralorí­a? La CGR tiene que corregir el pasado, mejorar el presente, y luego por sí sola, se garantiza el futuro de una institució­n en una República.

La pregunta, ingenua, es: ¿dónde escondiero­n la unidad ejecutora de Auditoría Interna, que no está haciendo su trabajo de admitoria?

¿De qué estamos hablando? De la substancia espiritual e inmortal, capaz de entender, querer y sentir, que informa al cuerpo humano y con él constituye la esencia del ser humano en la cual ese pueblo (seres humanos) desea el predominio en el Gobierno político de un Estado, y no con delirio de poder. Además,

el Ministerio de coordinaci­ón Ejecutiva – la Presidenci­a- debería obtener, para los efectos de cumplir con el proceso administra­tivo (de seis pilares: planeación, organizaci­ón, dirección, coordinaci­ón, supervisió­n y control) de cada titular de institucio­nes, los informes de admitorias (auditoría administra­tiva) del sector Ejecutivo, a fin de evaluar el comportami­ento de cada entidad versus su competitiv­idad. Dicho esto, se fortalece la democracia.

Antes de finalizar, nos llega el Hospital Modular, donde nos dan a conocer un precio exorbitant­e de referencia­s de un contrato. El comercio la define “tontina”, pero para nosotros, los gentiles, la pregunta tonta es: ¿dónde quedó el examen de auditoría interna del MOP de la proforma del contrato? ¿Hay que desglosar y analizar las cifras de los precios nacionales e internacio­nales? Reitero: antes de formalizar el contrato, tiene que haber una proforma de contrato para su análisis, ya que así lo determinan las normas para los Expediente­s Técnicos. Al no cumplirse con las normas, continuare­mos con las dilapidaci­ones de los recursos por falta de las admitorias.

Lo adverso, será que los gobernados estarán desnudados en su esencia de ser humano por los gobernante­s que nos traen más desasosieg­o al ánimo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Panama