La esencia del alma
“Lo adverso, será que los gobernados estarán desnudados en su esencia de ser humano por los gobernantes que nos traen más desasosiego al ánimo”
¿De qué vamos a platicar? Lo primero es lo primero, la República (forma de Gobierno representativo en que el poder reside en el pueblo, personificado este por un jefe supremo llamado presidente). Luego, la crédula democracia con la auditoría ciudadana, que se ha involucrado en la estructura organizativa del sector público. Donde todas las instituciones son importantes en la administración pública.
Sin embargo, los servidores públicos de las entidades controles del Estado, de lo cual relacionaré para encaminar las correcciones del resabio de autoritarismo, son la Procuraduría General de la Nación (PGN) y la Contraloría General de la República (CGR). Por el momento, hablaremos de la CGR.
El comportamiento infiltrado de mentes militante, como servidores públicos en la CGR. La entidad, tuvo su inicio en 1930, con línea recta en la fiscalización y ahorro público. Luego, en el período del (59-64), contralor A. Remón, comienza la pugna con el Ministerio de Hacienda y Tesoro, y empieza a inclinarse la probidad (es el actuar con honradez y rectitud, procurando satisfacer el interés general y no el particular), la línea se inclina hacia abajo, cuando se pelean los efectos de las gestiones de pagos de las cuentas contra el Tesoro. Después, con la dictadura militar, se conserva la tendencia y con la administración pública de Martín Erasto (alias “Chiquí”) Torrijos Espino toca fondo, al remover del cargo a D. Kuzniecky y el traslado de trinchera, por negarse a rubricar el Informe de Carnaval. ¡Válgame Dios! La debida obediencia no fue acatada por Dany, porque el informe reflejaba un exorbitante precio de costo de cinco quioscos por las varas de mangles para un sancochodromo. Inmediatamente, llega el tercer contralor amanuense y con él, el refrendo del Informe. Después, la CGR ha estado moviéndose en aguas profundas con ondulaciones con el juego de escondite.
La memoria republicana registra 25 contralores generales desde A. Tapia hasta F. Humbert, en la cual cinco fueron contralores amanuenses con la corrupción gubernamental de modo exponencial. Estos amanuenses reprochables los introdujeron exprofesamente en la entidad, para apagar la luz de la antorcha del emblema institucional. De modo que, el emblema tiene en la parte superior de la zarza, una apertura que es la puerta de entrada de la institución. La zarza indica una administración severa (exactitud y puntualidad en la observancia de los preceptos constitucionales, las leyes, las normas emitidas. Como también otras disposiciones jurídicas y legales). Esta zarza abraza la honestidad con fortaleza. Al mismo tiempo, abriga el fondo azul de la justicia, celo, verdad y lealtad. Porque, encima del fondo azul hay un libro blanco que simboliza la integridad, sabiduría y vigilancia. En el centro del libro vemos una antorcha, distintivo de luz, guía y poder. Este emblema se remonta a 1958. Siempre ha sido para los cientos de servidores púbicos honestos y rectos de la CGR en tiempos buenos y malos, un orgullo portar el emblema en su vestuario.
El excepcional contralor Rubén
Darío Carles Grimaldo, replicaba en su momento que, esta institución respaldaba la corrupción por complicidad, y de manera deliberada. Él concluye: “La Contraloría fue indiferente y toleró irregularidades”. Dicho esto, presumimos que estamos todavía en ese ambiente, donde transcurren los años, pero sin mejorar la imagen de credibilidad. Así no se puede garantizar nada. ¿Qué nos puede garantizar la Contraloría? La CGR tiene que corregir el pasado, mejorar el presente, y luego por sí sola, se garantiza el futuro de una institución en una República.
La pregunta, ingenua, es: ¿dónde escondieron la unidad ejecutora de Auditoría Interna, que no está haciendo su trabajo de admitoria?
¿De qué estamos hablando? De la substancia espiritual e inmortal, capaz de entender, querer y sentir, que informa al cuerpo humano y con él constituye la esencia del ser humano en la cual ese pueblo (seres humanos) desea el predominio en el Gobierno político de un Estado, y no con delirio de poder. Además,
el Ministerio de coordinación Ejecutiva – la Presidencia- debería obtener, para los efectos de cumplir con el proceso administrativo (de seis pilares: planeación, organización, dirección, coordinación, supervisión y control) de cada titular de instituciones, los informes de admitorias (auditoría administrativa) del sector Ejecutivo, a fin de evaluar el comportamiento de cada entidad versus su competitividad. Dicho esto, se fortalece la democracia.
Antes de finalizar, nos llega el Hospital Modular, donde nos dan a conocer un precio exorbitante de referencias de un contrato. El comercio la define “tontina”, pero para nosotros, los gentiles, la pregunta tonta es: ¿dónde quedó el examen de auditoría interna del MOP de la proforma del contrato? ¿Hay que desglosar y analizar las cifras de los precios nacionales e internacionales? Reitero: antes de formalizar el contrato, tiene que haber una proforma de contrato para su análisis, ya que así lo determinan las normas para los Expedientes Técnicos. Al no cumplirse con las normas, continuaremos con las dilapidaciones de los recursos por falta de las admitorias.
Lo adverso, será que los gobernados estarán desnudados en su esencia de ser humano por los gobernantes que nos traen más desasosiego al ánimo.