Un año de retos
Entramos en un año en el que estamos obligados a reinventarnos; un año que también será de conclusión de algunas metas y objetivos. Un año que puede ser la catapulta al desarrollo, si lo sabemos aprovechar. Estamos obligados a reinventarnos, porque la vida ya no es la misma. 2021 es un año de retos. Muchas empresas tendrán que hacerse más duchas en la tecnología, porque cada día sus clientes preferirán ver catálogos “online”, en lugar de ir físicamente a la tienda. Las escuelas públicas y privadas tendrán que afianzar en sus plataformas, para dar sus clases virtuales; los bancos llegarán a otorgar códigos que a través del celular usted pasa por la caja registradora de un supermercado y paga la cuenta como ya ocurre en China… Este año debemos decidir qué vamos a hacer con la Caja de Seguro Social, cuyo diálogo empieza el 18 de este mes. Es una institución con una planilla enorme y un servicio paupérrimo, que necesita reinventarse y poder servir a los asegurados con la calidad que merecen. Este año también debemos concretar el Pacto del Bicentenario, cuya ventana de oportunidades nos permitirán llegar a acuerdos esenciales para encaminarnos al desarrollo del país. De ese pacto puede surgir un nuevo Contrato Social y debe ser uno que realmente nos establezca un sistema de pesos y contrapesos que genere el equilibrio necesario para que el país avance sin mayores obstáculos y que la sociedad alcance la equidad necesaria para su desarrollo. El momento está dado, la decisión es de los panameños. No aprovecharla es persistir en el error. ¡Así de simple!