Veraguas mostró su potencial en el deporte de las pesas
Se trata de una disciplina que casi siempre ha tenido algunas figuras que dan la cara por nuestro país, en los múltiples juegos regionales en que se ha participado
Levantar pesas es una de las disciplinas que más satisfacciones y triunfos le ha dado a Panamá en su historia deportiva, desde que un grupo de atletas se combinó para obtener diversas preseas en los Centroamericanos realizados en nuestra capital en 1938.
A partir de esa competición, este deporte casi siempre ha tenido algunas figuras que sacan la cara por nuestro país en los múltiples juegos regionales en los que se ha participado.
Entre los más representativos están: Herman Rees, Ángel Famiglietti y Carlos Chávez, entre los años 40 y 50; Idelfonso Lee, Henry Phillips y Narciso Orán, entre los 60 y 70; José Díaz y Tomás Rodríguez, entre los 80 y 90; y a partir de entonces, Alexis Batista y Víctor Víquez.
Sin embargo, es precisamente una de las disciplinas que menos entrenadores tiene nombrados en el Instituto de Deportes, aunque sí hay un sinnúmero de instructores haciendo un trabajo ad honorem en todo el país.
También está el hecho de que los atletas en su gran mayoría no tienen un lugar adecuado para entrenar, si bien algunos reciben un estímulo deportivo por parte de la entidad gubernamental y/o del comité olímpico nacional.
Ese es el actual panorama de uno de los deportes que, por resultados y proyección, debiera ser de los primeros en instalación e implementos, pero no es la realidad. Iniciativas en la adversidad Aun así, la halterofilia fue de las pocas que estuvo activa y con resultados favorables a nivel internacional en 2020, participando en cuatro torneos que se realizaron en forma virtual.
Efectivamente, a pesar de la pandemia y de los ‘acuartelamientos’ que hubo el pasado año, un grupo de atletas mostró todo el potencial de esta actividad, principalmente en la provincia de Veraguas.
Panamá alcanzó un total de 78 preseas en las distintas competiciones, 66 de ellas obtenidas por seis pesistas veragüenses, que entrena y dirige el profesor José Ochoa.
En el grupo de atletas, que lideraron Ronnier Martínez, campeón panamericano sub-20, y Mariadnis Batista, campeona panamericana sub-17, están Horacio Sandoval (sub-20), Mario (mayor) y Juan Martínez (sub-20), y Jorge Medina (sub-17).
“Estos muchachos le dan a Panamá una luz enorme de futuras esperanzas para las pesas”, expresó Ochoa, quien ha sacado el máximo provecho de la iniciativa del padre de Mario y Ronnier, de construir un pequeño gimnasio al lado de su casa.
La idea surgió en torno a todo lo que ha traído la covid-19, aunado al hecho de que en Veraguas varios deportes tuvieron que buscar lugares alternos de entrenamiento, ya que desde hace algunos años no cuentan con una instalación apropiada.
El pequeño local de la familia Martínez no solo ha servido de campo de entrenamiento para alguno de los pesistas, sino que también fue utilizado como sede de los cuatro eventos internacionales en que se participó.
En el caso de Mariadnis Batista, quien se recupera de una intervención médica, entrena en un pequeño espacio de su propia casa, que
Pandeportes le ayudó a acondicionar.
Según Ochoa, pese a todos los obstáculos que se presentaron en el año, incluyendo la pandemia del nuevo coronavirus, sus atletas mejoraron sus marcas de manera significativa con respecto al año anterior.
“Las pesas son un deporte de tiempo y marca (...), no es subjetivo, así es que hay que verlo con las estadísticas”, señaló.
En ese sentido, Ronnier (61 kg.) mejoró diez kilos en sus totales (de 265 kilos a 275 kg.), mientras que su primo Juan (55 kg.) tuvo un incremento de 20 kilos con respecto al 2019 (de 210 a 230).
En tanto que Medina, entre los 61 y 67 kg., mejoró 42 kilos, ya que en 2019 hizo un total de 208 por 250 en 2020; y Mario Martínez, de la división mayor, incrementó seis kilogramos con un total de 319 kg. el año que pasó.
También Mariadni (81 kg.) mejoró seis kilos entre 2019 y el año siguiente, con un total de 204 (198 kg.), y Kelly Aparicio, la más pequeña del grupo, aumentó 15 kg. con totales de 130 kilos en 2020, en la categoría de los 64 kilogramos.
Sandoval, de los 67 kilos, mejoró seis con respecto al 2019, con totales el año pasado de 248 kilogramos.
Ejemplo de organización
El profesor Ochoa explicó que lo que hoy se ve en Veraguas, fue un proyecto que empezó hace una década, con niños entre los ocho y diez años.
“Estoy convencido de que hay empezar con los muchachos desde muy jóvenes, para que puedan desarrollar todo su potencial, algo que no van a alcanzar si lo hacen después de los 20 años de edad”, aseveró.
“Pero para lograr objetivos hay que contar con instalaciones e implementos para desarrollar ese potencial, y es por ello que esperamos que Pandeportes cumpla su palabra de que el (gimnasio) ‘Eduardo Campbell’ estará listo este año”, concluyó.
Para el profesor capitalino Víctor Vergara, por más de 40 años entrenador honorario de este deporte, lo que acontece en Veraguas es el resultado de una buena organización.
“Hay una serie de circunstancias. Primero, está la buena actuación de su entrenador, luego la organización que tuvieron en Veraguas para mantenerse unidos y la capacidad de sus pesistas, todo responde a que fueron los mejores”, destacó.
El veterano entrenador precisó que las pesas, a pesar de su histórico desempeño, han sido un deporte “menospreciado” por los diferentes gobiernos, que ni siguiera ha podido construirle “un gimnasio decente” a nivel nacional.
“Hace poco vi un reportaje sobre las instalaciones que tienen los pesistas bolivianos y, realmente, me dio envidia, porque técnicamente son inferiores a los nuestros, pero son mejor tratados por su gobierno”, matizó.