El año de la vacuna
"A poner el hombro en las próximas semanas para que nos aprieten la piel e introduzcan la síntesis líquida que garantiza el aliento vital y el futuro humano"
El inicio del nuevo año llegó con los estallidos luminotécnicos de los fuegos de artificio que no tuvieron por primera vez una audiencia presente, sino que fueron vistos como nunca en aparatos de transmisión. Pero ese entusiasmo no fue muy prolongado porque coincidía en la mayoría de las ciudades, con un desmadre de contagiados, fallecidos como producto de las fiebres consumistas masivas de individuos para celebrar el fin de un tiempo aciago.
Con una idea esperanzadora entra 2021; llega un clima inundado de datos sobre múltiples opciones de vacunas, que se convierten en la panacea a los males de una pandemia que ha arrasado hasta el último rincón del planeta. En algunas capitales de países desarrollados ya empezaron a ser aplicados estos piquetes que reducirán la agresividad de los brotes y rebrotes, espiral que no cierra los ciclos de afectación.
Pocas veces hubo tan intensiva campaña científica de investigaciones, estudios para conseguir una respuesta química que permitiera completar un compuesto y convertirse en dosis para combatir un virus. Se redujeron los plazos que el proceso requiere; delante no solo habría un ansiado resultado, sino que también las dimensiones globales del enemigo, implicaban alcanzar un mercado total, sin precedentes en la historia médica.
El origen de las plagas es ancestral. Originalmente se creía que eran castigo divino, como la primera de la que se tiene información. La diosa Hera montó en cólera cuando Zeus, su esposo, le fue infiel con una ninfa en la isla de Egina y como consecuencia desató una cruel enfermedad. Esta es la versión mitológica de la epidemia que devastó Atenas y que Tucídides explicó; tuvo origen en Etiopía, recorrió Libia, Egipto y llegó a la península helénica.
Otras 20 expresiones de padecimientos transmisibles y de macro escalas se han registrado a través de los siglos. Todos han desarrollado formas extrañas de proliferación de agentes minúsculos que saltan envenenados a los organismos humanos y se apoderan del patrón de funcionamiento corporal para enfermarlo y suspender la vida a través de variantes diversas. Así se expandieron la peste negra, la viruela, la fiebre española y el VIH/SIDA.
Muchas de ellas derivaron de condiciones ambientales y vinculación de estas con las sociedades. Cada vez que hubo un deterioro del desenvolvimiento normal de los recursos naturales, se propició la creación de gérmenes que consolidaron toxinas para apropiarse de formaciones o tejidos y generaron patologías novedosas que debilitaron en los puntos vulnerables a las víctimas.
Es un esquema matemático y repetible, características que pudieron conocerse hace unos tres siglos, cuando un estudiante de medicina, Edward Jenner supo de campesinas resistentes a la viruela por poseer inoculado el virus de vacas que la sufrían. Este principio antiquísimo de auto contaminarse para inmunizar el cuerpo frente a la agresión microscópica fue empleado por budistas indios y también chinos, éstos mediante pústulas mezcladas con almizcle.
Ese procedimiento de diseccionar el ente transmisor y usar sus componentes para armar un vector que produzca la alarma de infección y obligue a responder, es el manipulado en maneras variadas en las actuales respuestas que los laboratorios velozmente han logrado. Ahora, salieron esos preparados basados en la técnica del Variolae vaccinae de Jenner; pero con modalidades de conservación (temperatura) o aplicabilidad (cantidad de dosis).
Los próximos meses serán el escenario de un intenso clima de negociaciones para hacer llegar el pinchazo a la mayor cantidad de población mundial que requerirá reducir su vulnerabilidad a ese mal, que Hipócrates atribuía a los cambios estacionales, Aristóteles, a los cuerpos celestes y que fuera documentado por Tucídides, Ovidio, Procopio, Platón, Plutarco y el Éxodo bíblico.
A poner el hombro en las próximas semanas para que nos aprieten la piel e introduzcan la síntesis líquida que garantiza el aliento vital y el futuro humano.