Las nuevas posibilidades del emprendimiento y su huella social
El diputado Raúl Fernández explica los avances en materia legislativa. Emprendedores brindan su perspectiva sobre un nuevo tipo de persona jurídica que se crea de manera virtual y con la cual se agilizan procesos, facilitando la creación de nuevos emprend
El diputado Raúl Fernández explica la Ley de Sociedades de Emprendimiento de Responsabilidad Limitada y los emprendedores dan su opinión al respecto. Además, presentamos los detalles del primer programa de capacitación para emprendedores de industrias creativas y culturales
La Ley de Sociedades de Emprendimiento de Responsabilidad Limitada, presentada por el diputado Raúl Fernández, busca que todo tipo de emprendedores se formalicen de manera rápida y económica.
Este nuevo tipo de persona jurídica se crea de manera virtual y no necesita de la asistencia de un abogado, pero de así requerirse se puede utilizar. Fernández explicó a La Estrella de Panamá que la ley será una herramienta dinamizadora de la economía nacional y jugará un papel importante en la reactivación del país. “La ley permitirá a todas aquellas personas que se han visto obligadas a emprender por haber perdido sus empleos durante la pandemia, formalizarse de una manera eficaz, y además nacerá con incentivos fiscales que ayudarán a que el emprendedor logre superar los años más difíciles cuando se inicia una empresa”.
De acuerdo con el diputado, sostuvo reuniones con más de 100 emprendedores para escucharlos y entender dónde radicaba la problemática a la que se enfrentaban al querer formalizarse. “Una vez que escuchamos todas sus ideas y construimos el borrador inicial, comenzaron muchísimas consultas con todas las entidades involucradas y logramos consensuar un muy buen proyecto de ley. Nuestros colegas en la Asamblea comprendieron la importancia que tendría esta ley para el país y luego de debatir las ventajas, logramos la aprobación en primer debate”, precisa.
El diputado expone que uno de los momentos más difíciles de todo el proceso fue el veto presidencial. “Trabajando en colaboración con el Ejecutivo logramos alcanzar consensos en cuanto a los temas tratados en el veto y se logró la sanción presidencial”.
¿Qué dice la ley?
Las sociedades de emprendimiento se constituyen como personas jurídicas que solo podrán integrar las personas naturales siempre y cuando cumplan con los requisitos. Ninguna persona natural que previamente forme parte de una sociedad de emprendimiento de responsabilidad limitada vigente, podrá pertenecer a otra.
La ley también define los límites de ingresos de las sociedades de emprendimiento. Se le considera una microempresa a aquellas que generen $150 mil brutos por año fiscal. De superar esa suma anual será calificada como pequeña empresa, siempre que no supere $1 millón por año fiscal. Y de superar esa cifra, para continuar operando deberá formalizar su transformación a otra modalidad de persona jurídica, en un plazo de seis meses calendario. Los límites de ingresos estarán sujetos a revisión cada cuatro años, de acuerdo con las variaciones de la tasa de inflación del país por parte del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Las sociedades de emprendimiento no podrán cotizar en la bolsa de valores y no les será aplicable la obligación de facturar mediante impresoras fiscales. También estarán exentas del pago del impuesto sobre la renta durante los dos primeros años de funcionamiento, lo que se tomará a partir del momento en que se constituya como tal en el Registro Mercantil del Registro Público de Panamá.
Esta exoneración equivaldrá a la otorgada por la realización del Registro Empresarial ante la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Ampyme). Transcurrido este periodo, estarán automáticamente obligadas al pago del impuesto sobre la renta de acuerdo con las normas fiscales vigentes.
Asimismo, el diputado explica que el Consejo de Gabinete podrá establecer rebajas de hasta un 50% a los aranceles de importación de aquellos insumos y materias primas que se requieran para la creación de productos, servicios o procesos innovadores por parte de una sociedad de emprendimiento.
El Órgano Ejecutivo reglamentará el procedimiento y los requisitos para acceder a estas rebajas, así como los criterios que se utilizarán para establecer el monto del descuento otorgado. Las sociedades de emprendimiento podrán recibir donaciones de hasta $10 mil por persona, por año fiscal, y serán deducibles del impuesto sobre la renta al donante. La persona que realice el aporte no podrá tener participación ni beneficio alguno de la sociedad de emprendimiento. En caso contrario, no podrá deducir dicha suma del impuesto sobre la renta. Transcurridos dos años a partir de su inscripción en el Registro Público, las sociedades de emprendimiento empezarán a pagar la tasa única anual y el impuesto sobre la renta. De igual forma estarán obligadas a facturar a través de impresora fiscal.
Avance y transformación
Con relación al desarrollo de la ley, Fernández indica que actualmente están trabajando junto al Ministerio de Comercio e Industrias (Mici) para lograr la reglamentación de la misma. “También estamos conversando con la Autoridad Nacional para la Innovación Gubernamental (AIG ) y la Ampyme para que se implemente el sistema digital requerido, por lo que nuestra principal meta a corto plazo es que se imprima la primera sociedad de emprendimiento”.
“A mediano plazo, esperamos que las sociedades de emprendimiento se vayan conociendo a nivel nacional y que a largo plazo se conviertan en la herramienta más utilizada por los emprendedores del país para formalizar sus negocios”, afirma.
En cuanto a la digitalización de otros procesos o registros para recortar costos y la burocracia actual, manifiesta que hay muchos procesos que se realizan por parte del
Estado que podrían digitalizarse y la pandemia lo ha demostrado, por ejemplo, el caso de la presentación del registro de marcas ante la Dirección General del Registro de la Propiedad Intelectual o la presentación de escrituras al Registro Público.
“Otros procesos que se podrían digitalizar son: el registro de contratos de arrendamiento ante el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (Miviot), o el registro de contratos laborales ante el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel), que entiendo ya ha dado pasos importantes en este sentido”, cometa.
De igual manera, señala que mientras más se logren digitalizar los procesos del Estado, esto redundará en la eliminación de la burocracia y se generará más transparencia en todas las actuaciones que se realicen en el gobierno. “Otro tema que sería muy importante es desburocratizar la obtención de los registros sanitarios, ya que hay muchos emprendedores que producto de la pandemia han emprendido en la producción de alimentos, y lo lento y tedioso de este trámite se ha convertido en una gran limitante para sus emprendimientos”.
Emprendedores
Victoria Arias, microempresaria local, opina que la Ley de Sociedades de Emprendimiento es una gran herramienta para incentivar el esfuerzo de los que hoy se manejan bajo la figura de una economía informal, y que pueden de esta manera ver un futuro más prometedor para sus proyectos. “Creo que por el momento hay más cosas positivas que negativas, básicamente porque apenas está naciendo y es muy prematuro dar un juicio de su comportamiento, ya que la economía está atravesando por un momento muy delicado que no es explícitamente por el tema de la pandemia; sino que los últimos años han sido bastante pesados y de cambios radicales”, sustenta.
Arias agrega que ingresar a la ventanilla única de Ampyme, sin contar con la asistencia de un abogado tiene fortalezas y debilidades. “Considero que es muy importante la figura de un asesor legal para toda la constitución de un negocio. Al final, zapatero a su zapato, incluso a una persona no muy versada se le puede hacer tedioso leer las disposiciones legales del trámite nuevo. Obviamente el hecho de que no sea necesario agiliza el proceso, y lo hace menos costoso, pero nunca está de más”.
Por su parte, Emma Urrunaga, también microempresaria, comenta que es necesario leer minuciosamente la ley.
Desde su perspectiva considera que no hay una diferencia amplia entre los beneficios que se le da a una persona natural que a una jurídica. En adición, plantea que el lado positivo de la nueva ley es que otorga incentivos fiscales y aunque la misma ofrece una exoneración de impuestos sobre la renta por dos años, considera que no es favorable para aquellos que apenas están creando un negocio.
“Si tienes una empresa y recibes ingresos por encima de los $10 mil al mes es conveniente esta ley, pero si no percibes esa cantidad no lo es. Es claro que una persona jurídica paga más impuestos que una persona natural, es decir, que si te exoneran de impuestos sobre la renta en dos años, más adelante tendrás que pagar más como persona jurídica de lo que pagas si eres una persona natural; sin embargo, viendo el panorama actual con la pandemia, es incierto que alguien pueda recuperar el capital que invirtió en tan solo dos años y empezar a pagar esa cantidad de impuestos después de que finalice este beneficio. Es complicado”, arguye.
Urrunaga es consciente de que la sociedad jurídica tiene puntos a favor como separar los bienes personales de la empresa, pero enfatiza que si se está empezando a construir un emprendimiento, habría que analizar todas las variables para determinar qué es lo conveniente.
Empuje
Maru Gálvez, directora de Economía Creativa del Ministerio de Cultura (Micultura), detalla que el primer programa de capacitación para emprendedores de industrias creativas y culturales se diseñó y se lanzó el año pasado basándose en los hallazgos que se encontraron en el estudio nacional que se realizó de las industrias creativas y culturales 2020 con la campaña ‘Súmate Ya’, donde Micultura logró más de 15 mil registros de artistas y emprendedores, quienes les facilitaron el sector al que pertenecían.
“Entre los retos más importantes que detectamos están que se debía formalizar a los emprendedores, ya que el 66% contestó que formaba parte del sector informal, y sobre todo diseñar una currícula para fortalecer sus capacidades en las áreas donde más necesitaban refuerzos, como capacidades empresariales y afianzar la parte de mercadeo digital”, explica.
La directora de Economía Creativa indica que con esos datos se presentó la primera convocatoria, que fue en noviembre de 2020, su cobertura abarca todo el territorio nacional y hacen énfasis en género, dando prioridad a la población femenina.
En la primera fase los emprendedores deben aprobar diferentes cursos. Las inducciones están enfocadas de acuerdo con las necesidades que detectaron en el estudio, por ejemplo, la creación de tiendas digitales, impulsar los negocios postcovid-19, entre otros.
Una vez que los participantes cumplan satisfactoriamente con este renglón, ingresarán a la segunda fase de mentoría con acompañamiento y ayuda directa, donde las personas van a poder presentar un plan de negocio y también podrán ser acreedoras de ayuda directa para arrancar sus emprendimientos o apalancar los existentes.
“Estos fondos vienen con recursos del préstamo de Patrimonio Cultural del Banco Interamericano de Desarrollo. En total vamos a estar dando fondos de ayuda directa a 100 emprendimientos que van a ir por el orden de $5 mil para los nuevos proyectos y $15 mil para los negocios que ya están operando”, asegura Gálvez, “los 1,200 inscritos también van a recibir el taller empresarial de Ampyme y todos podrán aplicar directamente a los programas de reactivación del Gobierno Nacional con capital semilla, que son fondos no reembolsables de $2 mil o banca de oportunidades, que son préstamos con intereses sensibles a 84 meses que van de $5 mil en adelante”.
Con relación al curso, sostiene que ya seleccionaron a 300 personas de las 1,200, un grupo que iniciará la capacitación este 11 de enero y los otros 900 seleccionados serán anunciados el 18 de enero para que comiencen las inducciones el 25 de enero.