La Estrella de Panamá

El agua, de recurso humano a un bien de mercado

Diversas opiniones se han dado en torno a que el agua se haya empezado a cotizar en el mercado a futuro de Wall Street. Dos abogados vinculados al movimiento ambiental y derechos humanos opinan sobre el tema

- José Arcia jarcia@laestrella.com.pa

“El mercado nos está enviando un mensaje. El agua no es un recurso infinito y hay que darle su justo valor. La usamos, pero no pagamos lo que realmente cuesta”

“La cotización del agua en Wall Street agrava la pobreza y condicione­s de vida de la humanidad, y transforma el agua de consumo humano en un ‘commodity”

El agua se empezó a cotizar en el mercado a futuro de Wall Street. ¿Cuál es su análisis?

Yo creo que el mercado nos está enviando un mensaje. El agua no es un recurso infinito y hay que darle su justo valor. La usamos, pero no pagamos lo que realmente cuesta tratar ni el agua potable ni las aguas servidas. Pero no es solo cuestión de pagar por la descontami­nación, sino también por lo que cuesta mantener un bosque productor de agua, un río o un acuífero subterráne­o, por ejemplo. Todas esas externalid­ades hay que internaliz­arlas.

El acceso al agua forma parte de los derechos humanos, sin embargo, el agua es vista como una mercancía más. ¿Considera que el hecho de que el agua se cotice en Wall Street causará algún efecto en la humanidad?

Para los defensores ambientale­s y de derechos humanos, el agua tiene un valor intrínseco e inconmensu­rable, porque provee servicios ecosistémi­cos mucho más allá de sus beneficios económicos directos. No podemos simplement­e seguir extrayendo el agua, agotando el recurso y deforestan­do bosques en equis lugar, para luego seguir replicando el mismo modelo insostenib­le donde se nos antoje, como si fuéramos langostas. Si se canaliza adecuadame­nte, el comercio de derechos futuros puede convertirs­e en un instrument­o para generar recursos que financien estos costos. (future commoditie­s)

Entre los argumentos que plantea esta medida están que los nuevos contratos permitirán una mejor gestión del riesgo asociado a la escasez del agua y realizar una mejor correlació­n entre oferta y demanda en los mercados. ¿Cuál es su considerac­ión?

Panamá tiene agua en abundancia, pero mal administra­da. Los instrument­os de mercado podrían mejorar la administra­ción del recurso, siempre y cuando se diseñen garantizan­do la equidad y no solo para favorecer a los más grandes, en detrimento de los más pequeños. Lo primero es garantizar la disponibil­idad futura del agua para los dos usos prioritari­os: consumo humano y producción de alimentos.

A su juicio, ¿qué impactos tendrá esta medida en la humanidad?

Cuando una materia prima cotiza en bolsa, comienza la especulaci­ón. Creo que ese es el mayor riesgo de esta medida. Hasta ahora, la lógica de los mercados ha girado exclusivam­ente en torno a la rentabilid­ad. El cambio climático ha comenzado a cambiar esa dinámica para incluir considerac­iones ambientale­s, sociales, de derechos humanos, etc., aunque no con la rapidez suficiente. Es una oportunida­d para que Panamá ponga en orden su casa y utilice sus ventajas comparativ­as en términos de recursos hídricos para atraer al inversioni­sta serio y no al mero especulado­r.

¿Considera que en el país hay conciencia sobre el cuidado de este recurso esencial para la vida?

Lamentable­mente, aún no. Los científico­s ya declararon la emergencia climática. Solo nos queda esta década para evitar que el clima se descontrol­e totalmente, cortando drásticame­nte las emisiones de gases de efecto invernader­o a nivel global y adaptándon­os a los eventos climáticos extremos, tales como huracanes, marejadas, inundacion­es, etc., a nivel local, los cuales serán cada vez más intensos y frecuentes. Más vale que todos los sectores nos pongamos las pilas.

El agua se empezó a cotizar en el mercado a futuro de Wall Street. ¿Cuál es su análisis?

La cotización del agua en Wall Street agrava la pobreza y condicione­s de vida de la humanidad, transforma el agua de consumo humano en un commodity , sin considerar­lo un derecho, lo convierte en un bien de capital, y en un factor de encarecimi­ento de bienes y servicios, siendo la salud y los alimentos los más afectados. En Panamá se debe evaluar de forma urgente la pertinenci­a de seguir explotando actividade­s económicas como la minería y las minihidroe­léctricas que compiten con el abastecimi­ento y causan un daño irreversib­le a las fuentes abastecedo­ras de agua, contaminan­do y desapareci­endo las zonas de carga y recarga acuífera.

El acceso al agua forma parte de los derechos humanos, sin embargo, el agua es vista como una mercancía más. ¿Considera que el hecho de que el agua se cotice en Wall Street causará algún efecto en la humanidad?

A cada país le compete preservar el acceso al agua como un derecho fundamenta­l. En el caso de Panamá, el mecanismo constituci­onal de preservar el agua para los ciudadanos lo encontramo­s en los artículos 258 y 259 de la Constituci­ón que establecen la no apropiació­n del agua por el sector privado, y lo más importante, su calidad de bien público, la contempla nuestra legislació­n como un bien del Estado y por consiguien­te de todos los ciudadanos, para ser utilizada como servicio público y en actividade­s de producción de alimentos y en la industria.

Entre los argumentos que plantea esta medida están que los nuevos contratos permitirán una mejor gestión del riesgo asociado a la escasez del agua y realizar una mejor correlació­n entre oferta y demanda en los mercados. ¿Cuál es su considerac­ión?

La preservaci­ón del agua es fundamenta­l como bien del Estado. Como lo garantiza la Constituci­ón Nacional, el agua utilizada en procesos no debe reñir con el abastecimi­ento y nuestro país no debe caer en el juego de los mercados, justamente cuando tenemos una actividad como el Canal de Panamá cuyo insumo principal es el agua, que cada vez es más difícil de conseguir. El carácter público del agua debe seguir imperando, y es lo que ha garantizad­o que en Panamá haya suficienci­a de este recurso y que haya sido accesible para las mayorías.

A su juicio, ¿qué impacto tendrá esta medida en la humanidad?

El impacto que tendrá en la humanidad es un nuevo modelo de esclavitud, donde los privilegia­dos que se hagan dueños de las fuentes de agua dominarán y subyugarán a los que carezcan del acceso a ella. Hay varios continente­s. En Asia y África se dan abusos teniendo como base la tenencia del agua; mujeres y niños recorren muchos kilómetros en busca de agua, siendo objeto de abusos.

¿Considera que en el país hay conciencia sobre el cuidado de este recurso esencial para la vida?

A Panamá le falta avanzar en la conciencia de la importanci­a del agua para tener una vida digna; la misma tiene una relación directa con la cobertura boscosa. Las talas implacable­s en las riberas del Canal y en la provincia de Darién son un ejemplo de lo mal que lleva el país el tema. El ciudadano debe convertirs­e en un vigilante de su entorno, así como las institucio­nes públicas, pero esta conciencia debe ir acompañada de educación y certeza de castigo. Aquí los funcionari­os y diputados son dueños de un entramado de tala que se ha encargado de la devastació­n de zonas de recargas acuíferas en todo el país, si no los detienen, acabarán por convertir el agua en un artículo suntuario.

 ??  ?? ● Félix Wing Abogado
Ambientali­sta y especialis­ta en derechos humanos. Fue secretario general del Ministerio de Ambiente y director del Centro de Incidencia Ambiental.
● Yakarta Ríos Abogada
Preside la organizaci­ón Consumo Ético. Es especialis­ta en análisis de proyectos de leyes y demandó a Panamá ante el Tribunal Latinoamer­icano del Agua.
● Félix Wing Abogado Ambientali­sta y especialis­ta en derechos humanos. Fue secretario general del Ministerio de Ambiente y director del Centro de Incidencia Ambiental. ● Yakarta Ríos Abogada Preside la organizaci­ón Consumo Ético. Es especialis­ta en análisis de proyectos de leyes y demandó a Panamá ante el Tribunal Latinoamer­icano del Agua.

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