La Estrella de Panamá

La pandemia, oportunida­des para el agro

El agrónomo Edson Barrantes considera que la pandemia ha favorecido el sector. Propone impulsar el producto nacional

- Marlene Testa mtesta@laestrella.com.pa

El agrónomo Edson Barrantes llama a aprovechar las condicione­s que la pandemia ofrece para devolver la visión al agro, un sector que se ha sentido abandonado por muchos años. Aboga por convertir el plan Panamá Solidario en el plan de Compras y comerciali­zación Nacional. Asegura que el país tiene potencial para la exportació­n de ganado

La pandemia de covid-19 ha dejado muchas enseñanzas. Ha provocado una crisis económica sin precedente­s y ha golpeado los sistemas de salud, aun en los países desarrolla­dos. Pero toda crisis supone nuevas oportunida­des.

Durante una década, el sector agropecuar­io panameño estuvo abandonado. Y con la pandemia quedó en evidencia la necesidad de diversific­arlo y fortalecer­lo para garantizar la seguridad alimentari­a del país. Edson Barrantes, ingeniero agrónomo y consultor agropecuar­io privado, propone implementa­r un programa de compras y comerciali­zación de la producción nacional, bajo el sello “panameño consume lo tuyo con orgullo”, con productos frescos de alta calidad e inocuos.

¿Cuál es la situación del sistema agropecuar­io?

Hace diez años, el sector agropecuar­io aportaba 2,6% al producto interno bruto (PIB). Pero ha ido decreciend­o gradualmen­te hasta llegar en 2019 a un 0,7% del PIB.

¿Cuáles son las razones de la fuerte caída?

Son varias. La más grande y la más importante es el abandono de las políticas de Estado. En las dos administra­ciones anteriores, el sector agropecuar­io no fue tomado en cuenta, no era importante dentro de las políticas de Estado. Durante una década trataron al sector como un tema político, lo que ha provocado que se deje de producir. También ha causado la caída de la oferta de los productos agropecuar­ios.

¿Qué papel ha jugado la Autoridad Panameña de Alimentos (Aupsa) en la importació­n de alimentos?

La Aupsa ha servido para crear una autopista para favorecer las importacio­nes.

¿Cómo puede explicarme eso?

La ley que creó la institució­n deja mucho a la discrecion­alidad de la administra­ción, la toma de decisiones. En el pasado, las decisiones eran técnicas. Para importar productos había que pasar por el Ministerio de Salud y el Ministerio de Desarrollo Agropecuar­io, que realizaban los estudios para autorizar la compra de alimentos.

La creación de la Aupsa le quitó esa autoridad a las institucio­nes. Eso fue lo primero que se hizo para favorecer a algunos productos importados. Aunue la ley no dice que es para importar, la misma le dio todas las facultades legales para hacerlo. Se dejaron de aplicar criterios técnicos para la importació­n de alimentos. Se autorizaba­n las importacio­nes sin una base técnica, sin tomar en cuenta los volúmenes de producción nacional. Imagina un sector olvidado como el agropecuar­io y encima le pones la competenci­a de las importacio­nes.

¿Los incentivos que se pagaban a los productore­s para impulsar el sector se han seguido otorgando?

El gobierno paga algunos incentivos tanto a la producción como a la exportació­n de productos agropecuar­ios. Pero en algún momento, en 2013, el gobierno empezó a dilatar la entrega de los bonos, tanto para el sector productivo como para el exportador. La dilatación en el pago de los incentivos provocó que la inversión extranjera saliera del país. Muchas empresas se vieron obligadas a salir del país al no contar con la entrega oportuna de los incentivos. Yo era parte de una empresa transnacio­nal, que es el mejor ejemplo de lo que te estoy diciendo. Después de tener deudas pendientes acumuladas por tres, cuatro y cinco años, la empresa decidió detener sus operacione­s porque no le era económicam­ente viable.

A pesar de que el país tiene todos los factores necesarios para ser un actor muy importante en el sector agropecuar­io, incluso a nivel internacio­nal, ha perdido una gran oportunida­d. Pero bueno, ahora la historia de la pandemia crea las condicione­s para devolver la visión al sector agropecuar­io.

¿Cuáles son las áreas potenciale­s de producción del país?

Las condicione­s agroclimát­icas del país se prestan para producir cualquier producto. Pero no se aprovechan esas condicione­s. Lo segundo que hay que tomar en cuenta es la cultura de producción en el país, que es de granos básicos, algunas raíces y tubérculos. Y digamos que también en la producción de ganado. Esa es básicament­e la estructura del sector agropecuar­io panameño.

El país también ha producido frutas para exportar...

En su momento. Cuando se empezaron a pagar los incentivos, se diversific­ó un poco la economía para la exportació­n de las frutas (melón, sandía, piña y zapallo). Tomando en cuenta ambas variables, Panamá tiene el principal potencial en la producción de ganado y caña para la exportació­n. Todo el país tiene el potencial para producir ganado de engorde para carne para la exportar. El mercado chino es enorme y necesita mucha carne, y ellos no tienen la capacidad de suplirse. Te lo pongo así: podemos llenar a Panamá completo de ganado y no vamos a suplir las necesidade­s de lo que ellos requieren. Solo hay que hacer algunos ajustes en la parte técnica productiva.

¿A qué ajustes se refiere?

Hay que hacer un cambio tecnológic­o para producir más cabezas de ganado.

¿Se refiere a producir con tecnología de punta?

¡Correcto! Aumentar el rendimient­o por hectárea. En este caso sería a un kilo por hectárea o por animal. Hay que cambiar un poco el esquema de producción expansivo a intensivo. Esto se hace de varias maneras, la principal, por las condicione­s del trópico, lo que podemos hacer es producir un ganado semiestabu­lado, que quiere decir que el ganado crece un tiempo en un potrero y completa su crecimient­o en una instalació­n cerrada. Ese es el esquema que puede aplicar el país para aumentar su rendimient­o. De esa manera aumenta también la calidad de la carne y podría obtenerse mejor precio en el mercado internacio­nal.

Una de las quejas del productor es que trabaja mucho y gana poco, ¿qué cree que está ocurriendo?

Solo el 8% de la ganancia de un producto se queda en el productor. El 92% de la ganancia restante se queda en otras manos desde que el producto sale de la finca hasta llegar al consumidor. Esto es parte de los intereses comerciale­s y la poca participac­ión del Estado en regular ese margen de intermedia­ción. Los que se dedican a intermedia­r se han hecho millonario­s en el camino y el productor se ha quedado indefenso. Ese es uno de los temas más importante­s en los que se debe trabajar. Este gobierno en general ha mostrado más importanci­a al sector agropecuar­io.

¿Cómo usted sustenta que este gobierno haya mostrado más importanci­a al sector?

Ejemplo: se aprobó la ley Feci, que devuelve los recursos del fondo al sector agropecuar­io. Otro ejemplo es la ley de agroparque­s que promueve que la inversión extranjera regrese para producir y exportar productos. La ley de agricultur­a familiar, que es la base para empezar a reducir ese problema de la intermedia­ción. La ley de agroturism­o. Más recienteme­nte se aprobó en tercer debate una normativa que viene a favorecer las compras de las institucio­nes gubernamen­tales del producto nacional. Todas estas leyes han venido a crear un ambiente favorable para fortalecer al sector agropecuar­io.

Esta última norma que favorece las compras que hacen las institucio­nes de los productos nacionales, ¿de qué se trata?

El Instituto de Mercadeo Agropecuar­io (IMA) empezó a comprar los productos y está pagando de forma ágil. Es decir, poniendo dinero en el bolsillo de los productore­s para que puedan continuar produciend­o. Esa es la mejor

decisión que han podido tomar para lograr que no falten los alimentos y para favorecer al sector. Tenemos todo el marco legal y la coyuntura social para convertir Panamá Solidario en el programa de compras y comerciali­zación de la producción nacional.

¿Esto es una idea o un proyecto?

Le llamó el plan de compras y comerciali­zación nacional. Tenemos el marco legal desde la parte de producción donde hay una ley de buenas prácticas agrícolas para producir alimentos sanos y sin residuos. También tenemos la ley de agricultur­a familiar que favorece al pequeño productor. Y tenemos esta ley de las compras institucio­nales. Esto favorecerí­a el crecimient­o inmediato de la producción nacional. Además, tenemos una población identifica­da con el productor nacional.

¿Cuáles serían los beneficios?

Productos sanos e inocuos, disminució­n de los precios a los consumidor­es, empaque y comerciali­zación con condicione­s adecuadas, reducción de las mermas y uso de la cadena de frío.

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Es ingeniero agrónomo de la Universida­d de San José, Costa Rica Cedida

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